El arzobispo Silvano Tomasi, representante del Vaticano en la ONU en Ginebra, ha defendido las medidas de la Iglesia contra los curas pederastas y ha dicho que hay que llamarles "efebófilos", ya que la mayoría de los implicados en esos abusos los cometieron con adolescentes de entre 11 y 17 años.

Tomasi así lo manifestó tras una reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), según informó hoy el diario italiano La Stampa, que precisó que el prelado hizo esa defensa respondiendo a las críticas que en ese campo hizo Keith Porteus Wood, de la Unión Internacional de Ética y Humanismo.

Porteus Wood acusó a la Iglesia Católica de haber tapado los casos de abusos contra niños cometidos por sacerdotes pederasta y dijo -precisó el diario- que "las muchas miles de víctimas de esos abusos merecen que la comunidad internacional pida cuentas al Vaticano, que hasta ahora no ha querido hacer nada".

Asimismo pidió a los organismos internacionales que "presionen" al Vaticano para que abra sus archivos, "cambie el procedimiento y denuncie ante las autoridades civiles a los responsables de los abusos".

El arzobispo Tomasi respondió hoy que lo mismo que la Iglesia Católica se ha dado prisa para "hacer limpieza en casa, sería bueno que otras instituciones, donde la mayor parte de los abusos han sido denunciados, hicieran lo mismo e informaran a la prensa".

El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra agregó que la mayoría de los abusos cometidos por curas "no eran de pederastia, sino de efebofilia, es decir la atracción sexual hacia los adolescentes".

"De todos los sacerdotes implicados en abusos, el 80 ó 90 por ciento pertenecen a esa orientación sexual minoritaria, atraídos sexualmente por muchachos adolescentes de entre 11 y 17 años", añadió el prelado.

En su defensa de la Iglesia Católica, Tomasi citó datos del diario "Christian Scientist Monitor" que demuestran, dijo, que en EEUU las iglesias más afectadas por casos de abusos sexuales hacia los niños eran las protestantes y que en la comunidad judía los abusos son "frecuentes".

Tomasi agregó también que muchos abusos sexuales también son cometidos por miembros de la familia, niñeras, amigos, parientes o vecinos.