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Reescribe la historia a tu gusto

‘World in Conflict’ nos tralsada a plena Guerra Fría... para cambiar los acontecimientos a nuestro antojo

JESÚS CENTENO

Imaginemos por un momento que la Unión Soviética no se hubiese disuelto. Que el ejército rojo, asustado ante la inminente caída del muro de Berlín, decidiese avanzar hacia Europa. Y que la guerra fría dejase de serlo. E incluso que las fuerzas rusas atacasen Estados Unidos y que la OTAN reaccionase sólo cuando los rusos –ocultos en falsos barcos cargueros cual caballo de Troya– se adentraran en Seattle para tomar la ciudad.

Una improbable ucronía histórica, cierto, pero que ha servido a los creadores de World in Conflict –entre los que se encuentra Larry Bond, autor de varios best-sellers y experto en la guerra fría– para ofrecer un brutal y alternativo punto de vista a la historia oficial, que lleva a las dos superpotencias del momento a una guerra inevitable y total, de proporciones épicas y aterradoras que incluye muertes, sangre y destrucción, helicópteros, artillería y armamento nuclear.

En World in Conflict, los jugadores trabajan en tiempo real. De hecho, lo suyo es jugar on line, para disfrutar como es debido de los entresijos del campo de batalla. Así, nos pondremos en la piel de un comandante de campo que, al mando de la maquinaria de guerra más avanzada del mundo, deberá recuperar las ciudades y barrios ocupados de Estados Unidos.


En el modo multijugador, podremos manejar el Ejército Rojo y enfrentarnos a otros 16 rivales en batallas frente a frente en el que no falta el ya clásico chat de voz, además de gestión de clanes, rankings, listas de amigos…

El valor de la estrategia

Ganará el equipo más táctico y que mejor organice al Ejército del Aire, a la Infantería Acorazada, a la Infantería y a las Unidades de Apoyo, que luchan en escenarios completamente destruibles –gracias–. Al contrario que en otros juegos de estrategia, no perderemos el tiempo en gestionar recursos o construir edificios. Aquí nuestra única misión es dirigir a las tropas de forma efectiva. Un juego, en realidad, muy intuitivo, donde lo óptimo es combinar ejércitos diferentes que nos permitan sumar ventajas y no acumular defectos.

Y todo bajo efectos gráficos dignos de ver. Gracias al motor de Massive podernos ver y controlar, con una cámara de 360 grados –y un zoom bastante envidiable en el que vemos con todo detalle en qué ocupan el tiempo nuestras unidades–, todo lo que se mueve a nuestro alrededor. Además, World in Conflict presume de una lujosa y cuidada banda.
Se estima que la duración de cada campaña puede alargarse hasta más allá de las 20 horas de juego, dependiendo de la habilidad del jugador y de su estilo de juego. Viviremos cambios de escenario, mapas, animaciones, flashbacks… pero si algo resume al juego es, sin duda, su nervio y su espectacularidad. Amigos, la tercera guerra mundial ha estallado.

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