El endocrinólogo Diego Schwarsztein, médico que asistió a Lionel Messi en Rosario durante su infancia, descartó que el futbolista sea propenso a las lesiones por los tratamientos a los que fue sometido para su crecimiento.

Schwarsztein dijo al semanario Perfil, de Buenos Aires, que las versiones surgidas en Buenos Aires en ese sentido "no han sido originadas por médicos que se hayan hecho cargo con nombre y apellido".

Según el médico rosarino, las lesiones de Messi responden a una variedad de factores como las presiones de su entorno, los fuertes entrenamientos, la parte emotiva, la genética, la expectativa que genera y el propio exceso de exigencia del futbolista.

"Messi tiene una contextura física particular que está determinada por su genética y un nivel de entrenamiento muy intenso al cual está sometido desde los 15 años", dijo Schwarsztein.

Donato Villani, quien fue médico de la selección argentina de fútbol en el Mudial de Alemania 2006, en el que participó Messi, aseguró que el futbolista "se desgarra por una sola razón: su velocidad de reacción es la de un velocista, no la de un jugador común".

"Sus músculos tienen más fibras rápidas de lo normal. Su arranque explosivo en los primeros dos o tres metros no lo tiene ningún otro jugador. Si fuera un velocista de 100 metros no padecería estas lesiones, pero en el fútbol existe la fricción, el cambio de ritmo, el arranque, el freno, el golpeo de la pelota. Y ahí se produce la lesión", indicó.

"Es posible que exista estrés, exceso de exigencia. Messi es el número uno en el Barcelona y en la selección. Es la cara de muchas empresas importantes. De todas maneras, creo que no hay que mirar tanto debajo del agua ni buscarle la quinta pata al gato. También hay algo de casualidad o de mala suerte. Para mí, su caso no es quirúrgico", aseguró.

El actual médico del combinado albiceleste, Homero De Agostino, dijo el miércoles que "la exigencia que se impone Messi es tan grande que supera su propia condición".