Rafael Márquez, defensa mexicano del Barcelona, reconoció hoy que a su equipo le está faltando "sacrificio y esfuerzo" en sus partidos lejos del Camp Nou, después de firmar en Valladolid (1-1) el tercer empate en cinco desplazamientos ligueros.

El jugador azulgrana hizo suyas las críticas que su entrenador, Frank Rijkaard, lanzó tras el partido del Nuevo Zorrilla, y asumió que al Barcelona le falta hacer lo que hace en casa, un juego que pasa por "presionar más y trabajar" cuando no tiene el balón.

Aunque Márquez reseñó que el Barcelona debe enfrentarse habitualmente a equipos que dejan "poco espacio" para desarrollar su juego, concedió que los jugadores del equipo azulgrana deben "esforzarse más" para encontrar "huecos en los rivales y poder sorprender".

Con 6 puntos sobre 15 posibles, el Barcelona baja sus prestaciones cuando juega como visitante, pero Márquez subrayó que el rendimiento del equipo "no es preocupante", sino que el Barcelona debe "intentar jugar fuera de casa como lo hace en el Camp Nou".

Recién llegado de Valladolid, el Barcelona se dirigió directamente del aeropuerto a La Masía para realizar su entrenamiento matinal, ligeramente más largo de lo habitual en una sesión post-partido. Pese a ello, Márquez no lo interpretó como un castigo a la plantilla y desveló: "Rijkaard sólo nos ha comentado que tenemos muchos partidos seguidos y que tendremos poco tiempo de recuperación".

Pese a que algunos síntomas del equipo remiten a los de la temporada pasada, Márquez intentó cerrar el capítulo del año anterior y destacó que el equipo está "tratando de buscar el equilibrio entre los partidos de casa y los de fuera".