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Israelíes y palestinos concluyen la segunda ronda negociadora sin avances

EFE

Israelíes y palestinos concluyeron hoy sin ningún avance la segunda ronda de negociaciones desde la conferencia de Annapolis (EE.UU), debido al enrarecido ambiente por la reciente decisión de Israel de seguir construyendo en los asentamientos.

La delegación palestina volvió a quejarse ante Israel de la decisión de construir más de 700 viviendas en dos asentamientos a las afueras de Jerusalén, Maalé Adumim y Har Homá, informaron fuentes de la delegación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

"Es ilegal según la Hoja de Ruta, que les prohíbe construir en los asentamientos", dijo el negociador Saeb Erekat después de la reunión.

Israel acordó respetar ese plan en la cumbre de Annapolis que se celebró el 27 de noviembre bajo los auspicios de Estados Unidos, con el objetivo de establecer un estado palestino antes de enero de 2009.

Según la Hoja de Ruta, Israel no puede edificar más asentamientos o extender los ya existentes.

Sin embargo, para el gobierno que preside el primer ministro israelí, Ehud Olmert, los asentamientos próximos a Jerusalén caen en una categoría distinta, y además, alega, que no los está expandiendo.

"No ampliamos el perímetro, construimos dentro", explicó recientemente una fuente diplomática israelí para justificar la polémica decisión de su gobierno.

El encuentro de esta noche, segundo desde la conferencia de Annapolis, duró unas dos horas. El anterior, también en Jerusalén, fue el pasado 12 de diciembre.

Las negociaciones esta noche estuvieron encabezadas por Ahmed Qorea, asesor de Abás y jefe de la delegación palestina, y la ministra de Exteriores, Tzipi ivni, jefa de la israelí.

Pese a la tensión que los polémicos nuevos asentamientos ha creado en los contactos directos entre ambas partes, el encuentro estuvo precedido de otro gesto de Israel para fortalecer la posición política de Abás, en entredicho desde que el movimiento islamista Hamás le arrebatara el poder en la franja de Gaza.

Según informaron fuentes oficiales, un equipo ministerial del Gobierno israelí estudiará la ampliación de los criterios que se siguen para la liberación de prisioneros palestinos y árabes, lo que permitirá elevar el número de excarcelados.

El nuevo foro designado por el primer ministro israelí analizará la posibilidad de extender las medidas de gracia a prisioneros condenados por su implicación en delitos de sangre pero que no hayan participado directamente en ese tipo de acciones.

Así, uno de los beneficiados podría ser Maruán Barguti, popular dirigente de Al Fatah a quien se considera el heredero natural de Abás y que está condenado a cinco cadenas perpetuas como líder del brazo armado de ese movimiento.

De aprobarse, la nueva normativa también podría propiciar la excarcelación de varios miembros de la milicia libanesa Hizbulá que cayeron prisioneros durante la invasión en el verano de 2006 del sur de El Líbano por parte del Ejército del Estado Judío.

Según comentaristas locales, el objetivo último de esa política de excarcelación sería lograr a cambio la liberación de dos militares israelíes en manos de Hizbulá y del soldado Guilad Shalit, en poder de tres milicias palestinas, entre ellas la de Hamás, desde junio de 2006.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, viaja esta semana a El Cairo para hablar de un posible canje con Hamás.

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