El excesivo coste del proyecto, la imposibilidad de respetar la estructura original o las normativas de seguridad o urbanísticas, así como la imposibilidad de remodelar la instalación para no construirla de nuevo han sido los argumentos esgrimidos por el Barcelona para decidirse por el proyecto del inglés Norman Foster para el nuevo Camp Nou.

Foster fue el elegido, pero otros nueve estudios de arquitectura fueron los finalistas del concurso internacional organizado por el FC Barcelona y cuyos proyectos pueden verse desde hoy y hasta el próximo 10 de noviembre en el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC).

Las premisas, por parte del club azulgrana, eran claras: respetar la estructura original del Camp Nou, ajustarse al presupuesto -entre 250 y 300 millones de euros-, cumplir con las normas vigentes de urbanismo, de seguridad y de la UEFA, así como tener en cuenta los posibles problemas con el césped y mejorar el confort del estadio.

En la exposición pueden verse los diez proyectos presentados así como toda la documentación adjunta. El proyecto ganador de Foster destaca por su colorido y modernismo y el concepto uniforme, aunque el resto de maquetas no dejan indiferentes.

La propuesta presentada por el despacho catalán Ferrater-Serra-Vives-Cartagena-Aurosport fue la finalista junto al proyecto de Foster, un concepto muy similar al estilo del 'Fly Emirates' del Arsenal o del estadio 'Da Luz' del Benfica.

Este proyecto, que eliminaba la tercera grada, destaca porque está muy trabajado y es una propuesta elegante. Como curiosidad presenta una cubierta de cables tensados que le concede un gran atractivo visual.

El proyecto del despacho Herzog & De Meuron es otro de los que más impresiona. Calificada como una propuesta maravillosa, el efecto visual impacta por cómo está recubierto y le convierte en un proyecto atractivo, pero implicaba una obra demasiado compleja que entorpecía el uso deportivo habitual del estadio.

La maqueta de Martínez Lapeña-Torres es de las más atractivas visualmente y bastante atrevida, según la comisión técnica del Barcelona. Conceptualmente es una de las propuestas más interesantes, aunque en su contra jugó que interfería el uso habitual de la instalación.

La idea de GMP International se basaba en un estadio elegante y que intentaba mantener la simetría, además de presentar una documentación muy exhaustiva. Por su parte, CRV Arquitectos apostaba por un estilo más sobrio y más parecido a un edificio arquitectónico al uso.

En una línea similar se expone la maqueta del despacho Domingo-Ferre. Proyecto trabajado e innovador, presentaba una cubierta espectacular a la vez que difícil de edificar. El alto presupuesto, superó los 440 millones, fue el motivo de su rechazo.

El proyecto de MAP-Architects fue otro de los mejores valorados por la comisión técnica, que lo descartó porque le faltaba desarrollar un poco más la idea del estadio en si misma.

En la exposición también pueden verse otras propuestas más sencillas como las del prestigioso Claus en Kaan Archtecten, que presentó un estadio cerrado, aunque no aportó demasiada información, o la de los japoneses Saana, un proyecto simple y elegante con una piel transparente, pero no muy desarrollado.

Durante la presentación, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, señaló que la exposición de las diez maquetas responde "a un ejercicio de transparencia por parte de su directiva" y destacó "el entusiasmo" con el que ha recibido el barcelonismo el proyecto de Foster.

Por su parte, desde el Colegio de Arquitectos de Cataluña esperan recuperar el debate profesional con esta exposición "de gran nivel" y demostrar el potencial catalán en la arquitectura.