La Policía Nacional ha detenido a otras dos personas en Málaga acusadas de distribuir de forma ilegal sustancias anabolizantes en gimnasios y centros de deporte, con lo que son ya siete los arrestados en esta operación, en la que se han incautado más de 180.000 dosis.

La denominada "Operación Sansón" se inició en junio a raíz de una información facilitada por las autoridades sanitarias, tras lo que los agentes de la Policía Nacional descubrieron la existencia de un almacén de farmacia que adquiría de laboratorios españoles y griegos las sustancias para distribuirlas ilegalmente, según ha informado hoy este cuerpo de seguridad en un comunicado.

Los dos nuevos detenidos, que repartían las sustancia en los gimnasios, se unen a los anteriores arrestados, que son A.G.M, titular del almacén de farmacia, J.G.N, encargado de contactar con los distribuidores, F.F.D., que llevaba las funciones logísticas, R.J.M., responsable de la contabilidad y de la gestión documental de la empresa, y E.C.N., principal distribuidor.

La venta de estas dosis les podría haber reportado a los arrestados unos beneficios superiores a los tres millones de euros, según las estimaciones de la Policía Nacional.

En los registros en el almacén de farmacia y en los domicilios particulares de los arrestados se han incautado diferentes sustancias anabolizantes como Gintropin -hormona del crecimiento-, Prlongatum, Winstrol, Sialisis, Textorive, Pravalina y Oxybolone.

La investigación para esclarecer el caso sigue abierta y la Policía Nacional no descarta que se puedan producir nuevas detenciones.

El Ministerio de Salud y Consumo ha advertido de los "graves efectos" que produce en la salud el uso ilícito de estos anabolizantes tales como taquicardia, vómitos, insomnio o depresión -a corto plazo- o enfermedades cardiovasculares y cáncer hepático, a largo plazo.

El consumo incontrolado de estos fármacos se produce con la intención de aumentar la musculatura de forma inmediata e incrementar su rendimiento deportivo.