China dijo hoy al enviado especial de la ONU para Birmania (Myanmar), Ibrahim Gambari, que la comunidad internacional debe mantener "el equilibrio y la objetividad" en el trato del conflicto birmano y aportar "ayuda constructiva".

"China cree que Myanmar tiene unos antecedentes complicados" y el conflicto debe "ser manejado de forma apropiada por su Gobierno y su pueblo a través del diálogo y la consulta", afirmó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Liu Jianchao, al resumir los encuentros de Gambari con autoridades chinas.

El enviado especial de la ONU, que ha declinado hablar con la prensa, se reunió hoy con el consejero de Estado Tang Jiaxuan y con el viceministro de Asuntos Exteriores Wang Yi, tras hacerlo ayer con el ministro adjunto de la cartera, He Yafei.

"La comunidad internacional debería proporcionar ayuda constructiva a Myanmar en vez de sanciones y presión", reiteró Tang.

Los dirigentes chinos subrayaron que Pekín quiere ver "un Myanmar estable, democrático y próspero", y que dará todo su apoyo a los esfuerzos de mediación de la ONU pero no a las sanciones.

Según afirmó el portavoz de Exteriores, Gambari valoró el papel de China en el conflicto y dijo que continuaría trabajando para lograr una solución adecuada.

El viaje de Gambari a China forma parte de una gira por seis naciones asiáticas con la que espera recabar apoyos en su búsqueda de una solución pactada a la crisis birmana, después de que la Junta Militar aplastara por la fuerza las protestas ciudadanas pacíficas encabezadas por los monjes budistas.

El portavoz chino subrayó que su país da "gran importancia" al papel que en el conflicto desempeñe la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), integrada por Brunei, Birmania, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur Tailandia, y Vietnam.

En este sentido, Liu anunció que Birmania será punto neurálgico de la visita que mañana comienza a China el ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, George Yeo.