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El alto comisionado de la ONU para los Refugiados afirma que Irak es el mayor desafío

Agencia EFE

El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, afirmó hoy que Irak, con 4,2 millones de refugiados y desplazados, es el mayor desafío que afronta esa organización humanitaria en este siglo XXI de grandes desplazamientos humanos.

"Después de numerosos años de declive, el número de refugiados que huyen de conflictos armados y persecuciones aumentó vertiginosamente el pasado año, una tendencia que se mantiene en 2007", dijo Guterres al inaugurar hoy la reunión anual del comité ejecutivo de ACNUR.

El alto comisionado pidió un esfuerzo global para afrontar el gran desafío de este siglo, que en su opinión son "los desplazamientos humanos masivos".

"Es urgente una mayor solidaridad internacional mediante la reinstalación de los refugiados en terceros países", añadió.

ACNUR -que actualmente se ocupa de unos 32,9 millones de refugiados o desplazados internos- teme que en el transcurso del año esa cifra alcance niveles superiores.

La urgencia de una amplia respuesta internacional para la acogida de refugiados se basa en el hecho de que en los primeros seis meses de 2007 el ACNUR ya ha presentado 42.000 casos individuales, frente a los 54.000 expedientes de unas 70 nacionalidades que tramitó ante 26 países en todo el pasado año.

El mayor desafío es la asistencia a los más de cuatro millones de iraquíes que se han refugiado en el exterior, sobre todo en Siria y Jordania, dos países que han asumido una enorme carga.

Al respecto, Guterres mencionó también "el gesto generoso de varios países en desarrollo", como Pakistán, Irán, Tanzania, Kenya, Chad, Guinea, Zambia y Ecuador, que han acogido un impresionante número de refugiados.

Asimismo puso énfasis en que son numerosas las personas que se "desplazan simplemente intentando escapar de la hambruna, más que como una opción como una necesidad de huir de la pobreza o de las catástrofes naturales", como las que han afectado recientemente la región del Cuerno de África.

"Las catástrofes naturales son cada vez más frecuentes y graves, y cada vez que el nivel del agua suba un centímetro tendremos un millón suplementario de desplazados", alertó el alto comisionado.

Si bien el ACNUR "no es una agencia de gestión de migraciones", como precisó Guterres, requiere de una capacidad de organización para dar protección al creciente movimiento global de desplazados, tanto externos como internos, que vive el mundo.

Es sumamente importante -dijo- no sólo comprender lo que representa el flujo de refugiados, sino también examinar las tendencias de desplazamientos forzados contemporáneos.

En este sentido, puso el ejemplo de la provincia sudanesa de Darfur, donde "un ataque de las milicias árabes (janjauids) a un poblado de otra tribu africana puede provocar una crisis" con "resultados similares" a cualquier situación de catástrofe, como la falta de agua que afecta a los agricultores africanos.

Guterres afirmó que la solución preferida por ACNUR el pasado año para la reinstalación de los refugiados fue la repatriación libremente consentida, y así 734.000 refugiados se acogieron al programa de la ONU para volver a sus países, así como 1,9 millones de desplazados internos que regresaron voluntariamente a sus hogares.

Por otra parte, el alto comisionado presentó hoy una serie de reformas internas ante el comité ejecutivo del ACNUR, el órgano director de la agencia para los refugiados que reúne a 72 naciones.

Guterres anunció la reducción de 129 empleados administrativos de la sede ginebrina para llevar a Budapest, por "razones económicas", varias de las funciones, en un intento de ahorrar unos 10 millones de dólares por año.

El movimiento de personal -previsto para el primer semestre de 2008- significa una nueva disminución de los empleados de la sede, que pasó de 1.047 a principios del pasado año a unos 911 actualmente.

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