Público
Público

Afluencia y tranquilidad aparente durante el primer tramo de la jornada electoral

EFE

La jornada electoral en Tailandia, donde la población recupera hoy la democracia arrebata por los militares hace quince meses por medio de un golpe de Estado, se desarrolla en un clima de aparente tranquilidad y con una notable afluencia de votante a las urnas de la que saldrá el Parlamento.

El presidente de la Comisión Electoral, Apichart Sukhakhanon, afirmó en rueda de prensa que no había recibido información sobre incidentes violentos, y que la afluencia de votantes crece a medida que transcurren las horas.

La Comisión Electoral estima que el índice de afluencia a las urnas rondará el 70 por ciento.

Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 08.00 hora local (01.00 GMT), y tras el cierre siete horas después, se iniciará el escrutinio de votos, que ya hacia la medianoche se prevé que permita avanzar los resultados preliminares de los comicios legislativos.

Coincidiendo con la apertura de los colegios, Sukhakhanon dijo que se han recibido cerca de 940 denuncias o quejas sobre supuestas irregularidades cometidas por los candidatos durante la campaña electoral, que como en ocasiones anteriores estuvo marcada por la compra de votos.

El primer ministro interino, general Surayud Chulanont, fue uno de los primeros miembros del Gobierno instalado por los militares que ejerció el derecho al voto

Chulanont señaló que la votación significa la vuelta de la democracia a Tailandia, aunque con matices diferentes a la que existía antes del último golpe de Estado.

"Espero que se produzca un gran cambio en Tailandia y el regreso de la democracia", declaró tras depositar su papeleta en un colegio electoral de Bangkok.

Chulanont, a su vez miembro del consejo de asesores del rey, Bhumibol Adulyadej, reconoció que su Ejecutivo no ha conseguido todos los objetivos que se fijaron al principio, pero "si los más importantes".

La Constitución promulgada el pasado agosto e impulsada por el Gobierno instalado por los líderes del golpe de Estado, establece que la labor del Parlamento será escrutada por un grupo de militares y burócratas designados por la Corona.

A las urnas de los colegios electorales repartidos por todo el territorio nacional han sido llamados cerca de 45,7 millones de tailandeses, de una población de casi 64 millones.

Un total de 5.054 candidatos de 39 partidos políticos, la mayor parte de nueva creación, aspiran a conseguir representación en el Parlamento, integrado por 480 escaños.

Los últimos sondeos de opinión apuntan a que el Partido del Poder Popular, fundado por aliados de Shinawatra, y liderado por el veterano político de extrema derecha Samak Sundaravej, será el que mayor número de votos consiga, aunque insuficientes para alcanzar la mayoría absoluta.

El Partido Demócrata, el más antiguo del escenario político tailandés y encabezado por Abhisit Vejjajiva, un político de 43 años educado en Oxford, es el mayor rival de la formación creada por los aliados de Shinawatra, quien desde el golpe de Estado reside en el Reino Unido.

Vejjajiva, que asumió la jefatura del partido hace cerca de tres años, es el favorito de la creciente clase media urbana y de la población que habita en las provincias situadas al sur de Bangkok, mientras que en el norte y noreste, son más populares los aliados de Shinawatra.

El futuro regreso del anterior primer ministro, sobre quien pesan dos ordenes de búsqueda y captura por sendos casos de presunta corrupción, ha evidenciado de nuevo durante la campaña electoral la profunda división de opinión que hay entre la sociedad urbana y la rural, empleada por los militares para justificar la asonada del año pasado.

Tras depositar su voto rodeando de un enjambre de seguidores, Sundaravej reiteró que Shinawatra regresará en un breve plazo de tiempo a Tailandia, pero subrayó que antes de reincorporarse a la política activa, tendrá que responder ante los tribunales de los cargos de los que se le acusa.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias