Material desechable como el que se utiliza en los quirófanos normales en operaciones normales. Eso es lo que ha enviado el Gobierno de María Dolores de Cospedal a los centros de salud de atención primaria de su comunidad, Castilla- La Mancha, como el 'kit' de seguridad para casos de posible infección por ébola.

Así lo demuestran las imágenes enviadas a este diario por trabajadores del ambulatorio de Ocaña, en Toledo, que cuenta también con servicio de urgencias. El paquete enviado consta de mascarillas, calzas y batas permeables, así como de unas gafas como las que usan los cirujanos. 'Eso no es material efectivo anti-ébola para nada', lamenta uno de ellos, que asegura también que no se les está dando la formación necesaria para enfrentarse a un caso de ese tipo. 

Además, todo ello va recogido en una simple caja de cartón, tan sólo un poco más elaborada que las bolsas de hipermercado que recibieron en Castilla y León. Dentro, unas calzas para zapatos 'como las que usan los familiares que entran a la UCI a ver a un paciente', gorros 'como los que usan los médicos para operar o, también, las visitas', gafas de protección 'por si salpica la sangre en una operación', mascarillas 'de papel, desechables', y batas 'estériles, pero que no son impermeables de ninguna manera'.

'Es material de uso normal hospitalario; nada que ver con el ébola', resumen las citadas fuentes. De hecho, las cajas del 'kit' —en las que se lee, escrito a boli 'TRAJES ÉBOLA', se encuentran almacenadas en el Servicio de Lencería de Atención Primaria, tal y como reza el cartel informativo situado en la sala de descanso del centro.

Se da la casualidad que el responsable del departamento de Sanidad en la Comunidad es José Ignacio Echániz, el también secretario nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del PP. Ayer mismo, Echániz denunció un complot para alarmar sobre el ébola y denunció la 'manipulación informativa' que ello implica. 'Hay personas o grupos interesados en causar alarma y daño en un momento muy importante de la vida sanitaria y social del país. Son hechos que nos parecen muy graves, que hay actitudes que son realmente miserables, que intentan crear una alarma ficticia con noticias falsas, que no vamos a consentir y que hay que perseguir', sentenció.

Sus compañeros de partido en el Ejecutivo central, además, se esforzaron durante toda esta semana —desde que se confirmó la infección por ébola de la auxiliar Teresa Romero— 'no se escatimará ningún recurso material'  en la lucha contra el virus letal, tal y como prometió la ministra Ana Mato el pasado viernes.

Sin embargo, los trabajadores de Ocaña se sienten 'engañados'. 'Nos dejan con una desprotección absoluta', denuncian. E instan a que acuda una inspección laboral 'a controlar las irregularidades que se están cometiendo'. 'Porque no nos están engañando sólo a los trabajadores, sino también al resto de la población', concluyen.