La Universidad de Zaragoza ha suspendido el acto de apertura del curso universitario 2013-2014, que debían presidir el próximo lunes el príncipe Felipe y el ministro de Educación, José Ignacio Wert, ante la 'certidumbre' del rector, Manuel López, de que se pudieran producir 'alteraciones' por parte de algunos invitados que pudieran desencadenar 'incidentes de mayor gravedad'. En realidad, esos hipotéticos incidentes no eran más que la voluntad del Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón de leer un comunicado durante la celebración del acto. 

De hecho, sus representantes mantuvieron el miércoles una reunión con López para comunicarle su intención y dejar claro que lo iban a hacer tanto si les autorizaban como si no.

El rector, sin embargo, ha preferido suspender el acto y ya se lo ha comunicado al Ministerio. 'Resulta francamente desagradable para mí, pero es mi responsabilidad como anfitrión', dijo esta mañana. Según él, 'hay muchas formas de mostrar discrepancia en la universidad, pero tiene que pedir que se respete la formalidad y las normas de juego en un acto en el que están presentes numerosas autoridades, así como la Jefatura del Estado, porque de lo contrario se dañaría la imagen de la institución'.

En realidad, lo que ha hecho López ha sido proteger a Wert de las protestas estudiantiles contra la ley de educación, la subida de tasas y el recorte a las becas universitarias. El profesorado no ha aceptado las explicaciones del rector porque los alumnos 'no tenían intención de protagonizar ningún acto violento' y creen que 'la decisión es un intento de criminalización de los colectivos sociales opuestos a los recortes'. Además de este comunicado, diversos sectores de la comunidad educativa habían convocado movilizaciones en protesta contra la política educativa del Gobierno .