El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) ha despedido a un grupo de científicos que investigaban sobre el alzheimer. Los profesionales denuncian motivos 'políticos e ideológicos' y apuntan como una de las causas de los despidos su asistencia a una manifestación en contra de los recortes en investigación. La protesta estaba convocada por el Movimiento Carta por la Ciencia, un colectivo que tiene el apoyo de la Confederación Española de Sociedades Científicas (COSCE), la Conferencia de Rectores de Universidad de España (CRUE), CCOO, UGT y otras organizaciones.

Para el CIBIR, sin embargo, esa manifestación fue 'ilegal por no estar debidamente autorizada'. De hecho, la participación en ella es una de las causas que arguyó el pasado mes de enero el director gerente en funciones de la Fundación Rioja Salud, José María Corcuera, en la carta de despido que envió al investigador principal del grupo sobre alzheimer, Miguel Morales. 'No éramos compatibles con su ideología, por eso nos han despedido', cuenta a Público.

El CIBIR financia una plataforma bioética liderada por el doctor Luis Vivancos, quien ha centrado su investigación durante años en la relación entre el aborto y las enfermedades mentales. 

Otro de los motivos de despido que señala la carta es 'la colocación de carteles en la zona de trabajo (...) alusivos a la política de recortes en I+D+I'. Por último, el texto señala otras dos 'graves actuaciones' realizadas por correo electrónico. Por un lado, un e-mail de Morales bromeando con sustituir la cena de navidad por una 'bocata de chopped, Mercado style'. Por otro, un insulto contra el coordinador del centro, Eduardo Mirpuri, en un e-mail que Morales le envió por error.

El grupo que ha sido despedido llegó al CIBIR en junio de 2010 proveniente de la Universidad de Barcelona, donde Morales, doctor en Ciencias Biológicas, dejó su plaza de profesor asociado. 'Nos fuimos porque el CIBIR es un centro joven y nos pareció una buena oportunidad de hacer cosas nuevas en la investigación sobre el alzheimer y porque nos prometieron un presupuesto de 85.000 euros anuales', cuenta Morales. Ese dinero fue menguando debido a los recortes y en 2012 el departamento sólo recibió 15.000 euros del centro. Sin embargo, Morales remarca que el grupo seguía siendo rentable porque había conseguido financiación externa. 'Teníamos un proyecto que podíamos renovar con la ONCE, otro de tres años con el Ministerio de Economía e Innovación y otro con Ader (Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja), es decir, que disponíamos de financiación suficiente para dos o tres años más', insiste Morales.

Público se ha puesto en contacto con el coordinador del CIBIR, Eduardo Mirpuri, pero se ha negado a hacer declaraciones. Según publicó LaRioja.com, Mirpuri afirmó el pasado mes de junio que la línea de investigación sobre el alzheimer se había dado por terminada: 'La movilidad es esencial en estos centros y las líneas nacen y se acaban. Yo soy biólogo y de política ni sé ni entiendo. Hablo de ciencia. No es una situación agradable, ni para los que se van ni para los que nos quedamos, pero pensamos que el grupo ya había terminado su labor'.

Los investigadores, cuyo contrato acababa en junio de 2014, aseguran en cambio que muchos proyectos se quedan en el aire. Por ejemplo, la creación -en dos años- de una empresa de fármacos para combatir el alzheimer. El CIBIR, Ader y otra empresa que quiere mantener el anonimato iban a recibir 174.000 euros, cuenta Morales, para llevar a cabo este proyecto. 'Ahora esto está parado. Además, tenemos artículos sobre nuestras investigaciones cuya publicación, que ya ha sido aceptada, tendremos que pagar de nuestro bolsillo', cuenta. El grupo tiene hasta el 15 de agosto para conseguir 1.500 euros si quieren ver publicados sus artículos.