La compañía aérea Ryanair ha querido negar rotundamente las informaciones publicadas en las últimas horas, que apuntaban a que habría duplicado el precio de sus vuelos de Madrid a Santiago de Compostela en la mañana siguiente a la tragedia que acabó con la vida de 79 personas. A través de un comunicado desmiente así el testimonio de algunos de los familiares de los fallecidos, que aseguran que la aerolínea cambió el precio de sus pasajes en la mañana del jueves, y que denuncian que en sólo dos horas pasaron de 200 a 400 euros por persona.

En la nota, la compañía afirma que esa afirmación 'es falsa'. Explica que esos pasajeros, en cuestión, 'hicieron una reserva con Rumbo', una agencia de viajes online, la cual 'vende de manera inapropiada los vuelos de Ryanair e infla los precios a los pasajeros'. A renglón seguido, la aerolínea asegura que 'muchos pasajeros que reservan los vuelos con estos buscadores no reciben los correos electrónicos de recordatorio de Ryanair debido a que muchas de estas direcciones de correo electrónico de los pasajeros no son facilitadas' a la empresa por partes de estos buscadores.

Según la compañía irlandesa 'estas páginas web también cobran cargos ocultos o muestran de manera errónea los precios' originales de sus vuelos, y remarca que Ryanair vendió asientos del vuelo del jueves entre Madrid y Santiago 'con unos precios que oscilaban entre los 18 y los 194 euros'. Así, recalca que tanto el precio inicial de 471 euros supuestamente reservado por Rumbo y al que se referían los familiares de las víctimas del accidente como los 800 euros de la tarifa final cotizada por Rumbo 'no eran tarifas de Ryanair, sino que parece ser que Rumbo infló el precio al vender de manera inapropiada los billetes al pasajero'.

'Esto parece un caso de prácticas abusivas de venta por parte de Rumbo el cual cobró el dinero a estos pasajeros pero no hizo la reserva con Ryanair', zanja el máximo responsable de comunicación de la empresa, Robin Kiely, quien emplaza a los medios a investigar este asunto con Rumbo.

El desmentido de la aerolínea se produce justo el mismo día en el que las principales agrupaciones de controladores aéreos -el sindicato USCA y la asociación APROCTA- han denunciado 'el cierre en falso' por parte de la Comisión de Investigación de Incidentes (CIAIAC) de la investigación sobre el aterrizaje de emergencia por 'falta de combustible' de 4 aviones de Ryanair y Lan Chile en Valencia en julio de 2012.

En un comunicado, USCA y APROCTA han calificado de 'error' la decisión de la CIAIAC de no investigar los sucesos de manera aislada, ya que consideran que 'es imprescindible un estudio individual y riguroso del incidente para poder extraer conclusiones y evitar sucesos similares en el futuro'. La nota recuerda que los incidentes tuvieron lugar el 26 de julio de 2012 en Valencia cuando los tres aviones de la compañía Ryanair y uno de Lan Chile declararon emergencia simultáneamente por falta de combustible.