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Los empresarios que regalaron el yate al rey dan por hecho que van a recuperarlo

Patrimonio Nacional insiste en que la decisión aún no está tomada y que será el Gobierno el que decida el futuro del 'Fortuna'

PÚBLICO / EUROPA PRESS

El famoso yate Fortuna que los empresarios regalaron al rey Juan Carlos en el año 2000 volverá a manos de Fundatur, la Fundación de Turismo y Cultura de las Islas Baleares, entidad a través de la cual estos empresarios pagaron a escote la embarcación real. El pasado 16 de mayo, el monarca renunciaba al yate. La decisión se tomaba por cuestiones de imagen y austeridad. Juan Carlos solicitó entonces a Patrimonio Nacional el comienzo de los trámites para la desafectación de este barco como bien de dicho organismo.

El pasado 27 de mayo los empresarios que compraron la embarcación de recreo al rey declararon su inequívoca voluntad de que el Fortuna volviera a sus manos. Hoy lo han vuelto a hacer, pero, según se desprende de sus palabras, parecen haber llegado a un acuerdo con Patrimonio Nacional para recuperar el yate.

La versión que dan desde Patrimonio es un poco diferente: 'No hay ninguna novedad', dicen. En Patrimonio Nacional insisten en que el Consejo de Ministros tendrá que decidir si acepta la oferta de Fundatur. La decisión aún no está tomada: el Gobierno debe estudiar el expediente elaborado por el Ministerio de la Presidencia, pendiente aún de un dictamen de los servicios jurídicos del Estado.  

Después de que el monarca anunciara la renuncia al uso del yate se barajaban tres posibilidades sobre su futuro. La primera era sacar a subasta el barco, la segunda que pasara a manos del Ministerio de Defensa y la tercera devolverlo a la fundación de empresarios baleares que en su día lo donaron a Don Juan Carlos. Parece que esta última es la que va ganando la partida.

Desde que se decidió recortar gastos, la familia Real salía a navegar con el Fortuna de forma excepcional, ya que llenar el depósito del yate cuesta 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha Somni, propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del rey todos los veranos. 

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