El expresidente del Gobierno, José María Aznar, 'está bien donde está' para Cayo Lara, que después de la polémica entrevista de anoche, ha querido recordar la herencia que dejó a su paso: 'Aznar ya nos dejó una herencia en este país. Dejó al país en una guerra y, además, con las consecuencias tan dramáticas que vinieron después de esa guerra, por lo que no debería volver a la primera línea política porque, desde ese punto de vista, volverían a repetirse historias y etapas anteriores'.

Toda la izquierda parlamentaria y los sindicatos han reaccionado del mismo modo ante las especulaciones sobre la vuelta a la política del hoy presidente de FAES. Si Lara, en tono irónico, quiso desearle 'mucho éxito haciendo de pulmón ideológico del PP' en FAES, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, dijo que Aznar 'debería dar menos lecciones y alguna explicación más de todo lo que hizo en su etapa y todo lo que financió su partido y de sus sobresueldos'. Lara y López han coincidido con los secretarios generales de los sindicatos, Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT) en un acto organizado por el Fórum Europa.

Desde allí, Méndez ha dicho que, aunque se trata de un asunto interno del PP, hay un refrán español que dice 'nunca segundas partes fueron buenas'. El portavoz de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, también se ha referido a las recetas de Aznar para salir de la crisis y ha calificado de 'barbaridad' que 'pretenda plantear que la solución es bajar los impuestos en un momento en el que España tiene un déficit fiscal de diez puntos del PIB, es decir, 100.000 millones de euros menos que la media de la UE'. Para Coscubiela, esos millones son 'imprescindibles' para hacer política social, de crecimiento o de desarrollo y por eso ha subrayado que 'no nos gustaría volver a la etapa del Aznarato'.

Por último, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha señalado que 'siempre nos dicen que las cosas pueden ser peor todavía, es decir, que el PP tiene alguna oposición a sí mismo'. 'Llega ruido y furia y el país no necesita ni el ruido ni la furia, bastante dolor tiene ya con la crisis para añadir el rencor del señor Aznar'.