Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la aristócrata amiga del rey Juan Carlos, ha concedido una entrevista a la revista Hola ahora 'porque tengo que defenderme, ya que mi silencio se estaba malinterpretando'. La princesa asegura que las especulaciones que siguieron al viaje de Botsuana 'le dolieron' y que 'fueron innecesarias y dañinas'. No obstante, será la última vez que hable porque desea 'recuperar el anonimato'. 

La princesa asegura que se ha mantenido al margen de los medios de comunicación hasta que salió a la luz, dentro del máximo apogeo del escándalo del caso Noós, que el exsocio del yerno del rey, Diego Torres, había publicado unos correos en los que estaban los datos personales de Corinna. 'Mi vida se ha convertido en una pesadilla de desconocidos llamándome por teléfono, invasiones a mi intimidad'. 'Hablo para defenderme. Mi silencio se estaba malinterpretando', añade. 

Sin embargo, asegura que'nunca he vivido en España, y me mantendré lejos, no es porque esté huyendo. Paso la mayor parte del tiempo en Mónaco, pero, por motivos de trabajo soy una ciudadana del mundo'. 

Por último, halaga la figura del rey y del príncipe aunque niega que mantenga una relación más allá de la amistad con el monarca español. ' Tenemos una amistad cercana, nada más. Conozco al rey desde el año 2004.' 'Es el mayor valor y el mejor embajador de España en el mundo'.

La fotógrafa alemana Vanessa von Zitzewitz, actual mujer de Juan Villalonga, expresidente de Telefónica, firma las fotos de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein publicadas en la revista Hola.

Habitual colaboradora de firmas de lujo, Von Zitzewitz ha fotografiado a grandes estrellas del cine, la música, la moda o el deporte, y a destacadas figuras políticas, entre ellas el Rey Juan Carlos, el emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al Thani, el actor Sean Connery, el cantante Mick Jagger o el piloto de Fórmula-1 Michael Schumacher.

Von Zitzewitz se casó con Villalonga en Mónaco en 2010, apenas unos meses después de que el empresario español obtuviera el divorcio de su segunda esposa, Adriana Abascal.

Este madrileño próximo a cumplir los 60 años, que fue compañero de pupitre y amigo de José María Aznar, dirigió Telefónica entre 1996 y 2000. En 2010 la prestigiosa publicación Harvard Business Review le nombró como uno de los 100 primeros directores ejecutivos del mundo, cuando en aquel momento formaba parte del Consejo de Administración del Grupo Financiero Espirito Santo, donde trabajó hasta un año después.