'Los jóvenes tienen que acostumbrarse a la idea de que no tendrán un puesto fijo de trabajo para toda la vida. Por otra parte, digamos la verdad, qué monotonía tener un puesto fijo para toda la vida. Es más bonito cambiar y tener desafíos'. Al habla, Mario Monti, primer ministro italiano, anoche en el programa Matrix, a doce horas de que el Gobierno abriera la mesa de negociación con sindicatos y patronal para la reforma del mercado laboral.

Sus declaraciones han provocado una lluvia de críticas por parte de los colectivos de trabajadores precarios, los sindicatos y el Partido Democrático. No por que estén en contra de que los italianos puedan cambiar de trabajo todas las veces que quieran o puedan, sino porque en el discurso de Monti va implícito un tema muy sensible: la eliminación del artículo 18 del Estatuto de los trabajadores.

'El artículo 18 puede ser perjudicial para el desarrollo económico de Italia', dijo Monti ayer. ¿Y en qué consiste ese artículo? Pues es la cláusula de salvaguardia de los trabajadores con contratos indefinidos para poder recurrir a la Justicia ante un despido improcedente.

Desde que fuera investido, Monti ha tratado de convencer a la opinión pública de que el '18, no debe ser un tema tabú'. Para sus planes de 'flexibilización' del mercado laboral, es obvio que no lo es.

El Gobierno italiano, acogiendo la propuesta que mandaron por carta a Roma el pasado verano el exgobernador del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, y el que es hoy su sucesor, Mario Draghi, pretende agilizar y facilitar el despido. Por lo que esta norma es el principal escollo. 

Monti razonó que 'lo que se trata de es de acabar con el apartheid, llamemos a las cosas por su nombre, el apartheid que existe entre un grupo de trabajadores que tienen muchos derechos y otros que no tienen ninguno o ni siquiera tienen acceso al mercado'.

El primer ministro se refería a que los empleados con contrato indefinido tienen derecho a una compensación económica en caso de despido, a un subsidio y a sumar los años cotizados a la seguridad social. Mientras, los que no gozan de este tipo de contratación, por lo general jóvenes con contratos de formación y sueldos ridículos -si los tienen, porque en Italia no existe el salario mínimo-, no tienen ningún tipo de amparo legal.

Desde el punto de vista del Gobierno, abolir el artículo 18 hará más equitativo el mercado laboral. Pero para los sindicatos, no sólo se pone en riesgo el puesto de trabajo de los indefinidos, sino que se abre una puerta inmensa a la precariedad. Las empresas, eliminadas las trabas legales, podrían contratar durante tres años a todos los jóvenes que quieran y una vez acabada esa formación despedirlos.

'Defender el riesgo a un despido improcedente es un signo de civilización', dice Susanna Camusso. La ministra de Trabajo, Elsa Fornero, ha tratado de explicar en los últimos meses, que si cambiara la norma solo se aplicaría a los nuevos contratos, y que además, el objetivo del Ejecutivo es aumentar la tutela de los trabajadores precarios.

Pero para Susanna Camusso, secretaria general de la CGIL, el principal sindicato del país, 'el artículo 18 no es el problema del mercado del trabajo. Es necesario incentivar la contratación justa y esto no se consigue reduciendo los derechos de los que ya gozan de un puesto justo'. 'Defender el riesgo a un despido improcedente es un signo de civilización', insistió.

Al inicio de la reunión con las partes sociales esta mañana, Fornero dijo que 'Europa, los mercados, nosotros y vosotros sabemos que esta es una ocasión perfecta para hacer algo bueno por el mercado laboral. El Ejecutivo hará todo lo que sea necesario para subirse al tren de las reformas. Si lo cogemos juntos, estaremos felices, pero si no, el Gobierno lo hará de todos modos'.

'El Ejecutivo hará todo lo que sea necesario para subirse al tren de las reformas'  Las críticas a Monti llegaron también esta mañana desde el Partido Democrático: 'Decir que la sociedad no es dinámica por el artículo 18, porque existe el puesto fijo de trabajo, es una barbaridad. Decir que el puesto fijo de trabajo es aburrido es muy discutible.', dijo Nicola Zingaretti, presidente de la provincia de Roma.

'Creo que la verdadera tragedia de Italia es el paro y el trabajo precario', añadió en su muro de Facebook.

Mientras, en Twitter, las agrupaciones de trabajadores precarios estallaron y las expresiones #postofisso y #monotonia se convirtieron en trend topic.

- 'Monti recupera posiciones y trata de competir con su predecesor disparando gilipolleces, un buen inicio'

- 'Qué monotonía el puesto fijo. Es verdad, empecemos eliminando los senadores vitalicios' [Monti es senador vitalicio]

- 'Monti, ha probado a obtener una hipoteca sin un puesto de trabajo fijo?'

- 'Cedo puesto de trabajo dinámico por un puesto fijo de parlamentario. Obviamente, con el sueldo incluido'

- 'El único puesto fijo es el de mis 30 años de hipoteca el día 30 de cada mes'

- 'Será aburrido el puesto fijo pero no es muy divertido tampoco no poder comer'

- 'Que alguno explique a Monti que, además de para los enchufados, el puesto fijo ya no existe desde hace años'

El pasado martes, el Instituto de Estadística Italiano hizo públicos los nuevos números sobre el paro. El 31% de los jóvenes no tiene trabajo. La tasa general en Italia es ya del 8,9%. El año pasado se destruyeron 670.000 puestos de trabajo, rozando niveles de 2001, antes de la entrada en el euro.