Si piensa que su vida es dura, dé las gracias por que los oscarizados directores Oscar Joel y Ethan Coen no sean los amos de su universo personal.

Los hermanos se han deleitado cubriendo de miseria a los personajes de sus películas desde 'Sangre fácil', de 1984.

En 'A Serious Man', que acaban de estrenar el sábado en el Festival Internacional del Cine de Toronto, dirigen su mirada a Larry Gopnik, un padre y marido fiel cuyo único delito parece ser su complacencia con su vida estable en la Minneapolis de los '60, la misma ciudad donde crecieron los hermanos Coen.

'Su autocomplacencia forma parte de lo que hace que uno se frustre con él como personaje', dijo a Reuters Joel, el mayor de los hermanos.

Pero la sensación de estabilidad de Larry se evapora rápido cuando su vida comienza a desmoronarse.

Su mujer le dice que tiene un lío, descubre que sus hijos le están robando dinero, y su carrera como profesor de física resulta amenazada por un aparente soborno y cartas anónimas que lo acusan de ser deshonesto en lo académico.

Mientras tanto, su perezoso hermano comienza a ser una carga cada vez mayor y es atormentado por una vecina que tiene la costumbre de tomar el sol desnuda.

Ambientada en los barrios judíos de Minneapolis donde los Coen vivieron su adolescencia, la historia tiene más de un parecido con el libro de Job del Antiguo Testamento, en que la fe de un hombre en Dios es comprobada mediante una serie de pruebas y tribulaciones. Pero los Coen insisten en que no intentaron contar una historia bíblica.

'No pensamos en eso cuando la hacíamos. Pero retrospectivamente, sí (hay similitudes),' dijo Joel.

'Pero no es que su fe esté siendo puesta a prueba; es que está intentando descubrirla', agregó Ethan.

que ganaron un Oscar a la mejor película y otro al mejor director con 'No es país para viejos' en 2007 - habían usado previamente la región central de Estados Unidos como escenario para 'Fargo' en 1996, que causó muy buena impresión y ganó otro premio de la Academia al mejor guión.