De la plaza de las Cortes a la plaza de los mítines. José Luis Rodríguez Zapatero protagonizó ayer el primer acto de la precampaña del PSOE para las elecciones europeas del 7 de junio después de que, el pasado domingo, se presentara públicamente la candidatura en Vistalegre (Madrid). Y, como era obligado, lo hizo en la tierra del cabeza de lista, Juan Fernando López Aguilar, con un doblete en Gran Canaria y Tenerife.

Tampoco lo ocurrido en el debate sobre el estado de la nación podía estar ausente en la primera intervención pública del presidente del Gobierno. Zapatero ironizó con que el líder de la oposición ha dispuesto de cinco años 'para presentar su programa económico y Rajoy todavía no tiene tiempo...'.

'Me gustaría que el PP sintiera lo que dice de España y arrimara el hombro'

El presidente cargó contra quienes, 'en vez de ayudar, sólo esperan las malas noticias, para exagerarlas y amplificarlas'. En este contexto, advirtió de que 'los amigos de Aznar', los que 'apadrinaron' a los que 'con avaricia infinita y codicia sin límites' provocaron la recesión, 'están al acecho para imponer su modelo cuando salgamos de la crisis' y por ello 'exageran que esto va a durar mucho, mucho, mucho, para que los gobiernos recortemos los derechos sociales'.

Los intereses del petróleo

Por eso, dijo, 'está en juego no sólo amortiguar lo más duro de la crisis', sino implantar un nuevo modelo de crecimiento sostenible y 'apartarnos todo lo que podamos del ladrillo y del petróleo', de la 'economía de cartón-piedra'. Zapatero vinculó expresamente el negacionismo del cambio climático, del que participa José María Aznar, con los intereses de 'las grandes compañías que quieren hacer que el mundo siga dependiendo del petróleo' y señaló que 'lo que no existía eran las armas de destrucción masiva (en Irak), lo que querían era quedarse con el petróleo'.

'Quieren reformar el sistema de pensiones para hacer negocio'

Dos modelos

Frente al regreso al modelo 'del pasado', defendió que 'de esta crisis tienen que salir reforzados la Unión Europea, las políticas sociales, la igualdad entre hombres y mujeres, un empleo más digno y estable y, sobre todo, la decencia a la hora de repartir la economía del país'.

En esta referencia situó la defensa de las leyes frente a la desregulación que implantaron los neoconservadores. '¡Sí, nosotros queremos reglas! Todos los que hablan de desregulación, lo que en el fondo están defendiendo es la especulación para el beneficio de unos pocos. Bajo esa bandera de no regular, pretenden que los poderosos puedan hacer lo que quieran', afirmó.

'Rajoy no explica sus intenciones porque nadie le apoyaría'

También es por eso, según dijo, por lo que la derecha alienta la idea de la quiebra de la Seguridad Social, cuando 'está más fuerte que nunca'. 'Quieren trasvasar los ahorros a los fondos privados porque en el sistema público no hay negocio, pero vamos a mantener un sistema público fuerte de pensiones', afirmó. Aunque emplazó a Rajoy a explicar 'qué reforma' plantea, sostuvo que 'Rajoy ni arrima el hombro, ni habla claro, ni explica sus intenciones ni se atreve a decir lo que piensa porque nadie le apoyaría'.

Oposición 'destructiva'

Pero el mensaje de fondo de su discurso fue que el PP ni tiene altenativa ni voluntad de ayudar: 'Queremos sacar el país de la crisis contando con todos y, por supuesto, también con el PP. Nos gustaría que no tuviera sólo una oposición destructiva, sino que aportara algo alguna vez y que sintiera de verdad todo eso que dicen de España y de los españoles, que arrimara el hombro y echara un mano. Saldremos con ayuda o sin ayuda de la derecha. No espero mucho...'.

En el marco del combate ideológico entre izquierda y derecha, reiteró una vez más que, 'mientras yo sea presidente del Gobierno, no vamos a dar un paso atrás en el Estado de bienestar. ¡Sólo faltaría que la crisis que han provocado los tiburones de las finanzas la pagaran los trabajadores'. Al contrario, aseguró que 'mientras dure la crisis, fortaleceremos la protección por desempleo, de acuerdo con los sindicatos', a los que dijo la derecha 'intenta excitar' de forma 'patética'.

Pero Zapatero también advirtió en un intento de fomentar la participación electoral de que 'todo se va a decidir en la Unión Europea', por lo que resulta necesario que la izquierda tenga una representación fuerte en el Parlamento europeo.

Tras el pragmatismo que exhibió en el debate de la nación, el presidente recuperó ayer su habitual tono optimista con el argumento de que es necesario ofrecer 'seguridad y esperanza' a los que atraviesan por mayores dificultades.

'No tengáis ninguna duda de que vamos a vencer la crisis, y será más pronto de lo que dicen y desean algunos', afirmó, para concluir con un guiño al electorado de izquierdas: 'Sabemos muy bien quiénes causaron los destrozos, los de la codicia, y también sabemos muy bien quién va a sacar esto adelante: los trabajadores'.