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El Ministerio del Interior atribuye a los ocho jóvenes detenidos esta madrugada en las localidades guipuzcoanas de Hernani y Urnieta por su pertenencia a la organización ilegal Segi diversos actos de violencia callejera en Guipúzcoa.

Interior considera que con esta operación, desarrollada la pasada noche por la Policía Nacional, ha quedado desarticulado un grupo de apoyo a ETA en Guipúzcoa.

En el marco de este dispositivo, agentes de la Policía Nacional han registrado los domicilios de los detenidos, así como otros cinco locales en Hernani, en los que se han incautado de cohetes pirotécnicos, un 'Zutabe' -boletín interno de ETA- en formato digital y diversa documentación de Segi, Batasuna, ANV y AuB.

Los agentes también han intervenido material informático -ordenadores, portátiles y dispositivos de memoria-, teléfonos móviles, carteles y propaganda sobre el Tren de Alta Velocidad, pegatinas de ETA y diversa documentación que ahora se está analizando.

Los detenidos, presuntamente implicados en acciones de terrorismo callejero cometidas en Guipúzcoa, son: Egoitz Balerdi Ugalde, Asier Olano Zabaleta, Mikel García Otamendi, Ekhi Oñate Arrozpide, Jon Ezeiza Jauregi, Iñigo Alcelay Durán, Txaber Zabaleta Galdeano y Aitzol Arrieta Erauskin, este último hijo de la portavoz de PCTV-EHAK, Nekane Erauskin.

Txaber Zabaleta Galdeano, además, está acusado de ser uno de los dirigentes de Segi.

Los arrestados, naturales y vecinos de Hernani y Urnieta, y con edades comprendidas entre los 20 y 25 años, serán trasladados en las próximas horas a dependencias de la Comisaría General de Información en Madrid para ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional.

La operación, que continúa abierta, ha sido llevada a cabo bajo la dirección del titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco, Baltasar Garzón, y ha contado con la colaboración de agentes de las brigadas provinciales de Información del Cuerpo Nacional de Policía de San Sebastián, Bilbao y Vitoria.

La operación, ordenada por el magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, fue llevada a cabo por agentes de la Comisaría Provincial de Informción de Guipúzcoa y de la Comisaría General de Información de Madrid.

Se trata de la décima operación contra la violencia callejera que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde que en el verano de 2007 iniciasen una estrategia con el doble objetivo de acabar con la 'impunidad' del terrorismo urbano y, además, acumular la mayor información posible para conocer a los futuros miembros de ETA y dificultar su salto a la banda terrorista. Esas diez operaciones han dado hasta el momento el resultado de 113 detenidos.

Hernani sigue gobernada por ANV después de que fracasase la moción 'ética' presentada en abril de 2008 por PSE y PNV. Su alcaldesa, Marian Beitialarrangoitia, tiene pendiente un juicio en la Audiencia Nacional por jalear en un acto público a dos etarras del comando autor del atentado de la T-4.

El pasado día 16 de enero, además, ETA intentó atentar contra ertzainas con la colocación de una bomba trampa en el repetidor del monte Santa Bárbara.

Precisamente, el hallazgo de ADN del presunto etarra Manex Castro, detenido en Villabona el 1 de marzo, jornada electoral en el país vasco, posibilitó el arresto de varios integrantes del comando Guipúzcoa, responsable de los últimos atentados llevados a cabo en la provincia, entre ellos el que el pasado 3 de diciembre acabó con la vida del empresario vasco Ignacio Uría en Azpeitia.

Así, en la primera semana de marzo fueron arrestados en Hernani Mikel Garmendia e Iraitz Santa Cruz Ugalde, relacionados con el citado Manex Castro, y ambos en prisión.

Este último, junto a Beñat Aguinagalde Garmendia --considerado el presunto autor material de los disparos que acabaron con la vida de Uría--, Ugaitz Errazquin (legal) e Iurgi Garitagoitia Salegui (liberado) formaban parte del citado comando, del que se precipitó su desarticulación ya que se sospechaba que iba a atentar de forma inminente durante la jornada electoral en el País Vasco.

La localidad guipuzcoana ha sido escenario, asimismo, de graves disturbios por 'kale borroka' en los últimos meses. El pasado octubre, tras la convocatoria de un acto por parte de Askatasuna, prohibido por la Audiencia Nacional, la Ertzaintza detuvo a cinco personas. Los violentos quemaron contenedores y colocaron barricadas incendiarias en distintas calles del municipio, además de otra en la carretera comarcal GI-131.