A estas alturas, lo de la espontaneidad de Esperanza Aguirre, su gusto por el chascarrillo, no choca. Es su estilo. Pero chirría más cuando el objeto de la broma, como pasó ayer, es la trama Gürtel. La presidenta madrileña menospreció la instrucción de Baltasar Garzón, las pruebas mismas, y trazó un aventurado símil: “Lo único que sabemos es que hay unas cintas que grabó un ex concejal de Majadahonda expulsado del PP [José Peña], que dice toda suerte de cosas sobre cantidad de gente. Es como si el alcalde de Torrejón de Ardoz [Pedro Rollán, que tenía a su izquierda] dice que tiene muchas relaciones con Angelina Jolie”.

Resonaron algunas risas entre el auditorio presente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Aguirre arriesgó más: se refirió a Juan José Güemes, con fama de guaperas: “¿Y si fuera el consejero de Sanidad? ¡Hasta tendría más credibilidad!”.

Aguirre utilizó la gracia para atizar a Garzón y deplorar que todos los cargos del PP presuntamente relacionados con la trama se hallen en “la más absoluta indefensión”, por culpa de las 18 horas de grabación que Peña entregó a la Fiscalía. “Esto no es serio”, dijo. Y acabó hablando de las “triquiñuelas” de Garzón para no inhibirse.

Las concesiones sospechosas del vicepresidente, Ignacio González, también colearon. Aguirre sostuvo que las explicaciones dadas por su número dos el miércoles en la Asamblea fueron “completas y claras” , pese a que no respondió por qué uno de los adjudicatarios de un contrato del Canal de Isabel II –que González preside– es socio, en otra compañía, de su hermano y de su cuñado. Al final, amenazó a Público: “No se pueden hacer acusaciones sin fundamento como las que ha hecho ese diario, por las cuales probablemente se encontrará con algunas cuestiones jurídicas en los tribunales”. La presidenta ya amagó con querellarse contra El País y Alberto Ruiz-Gallardón y no ha presentado escrito alguno. González no desmintió en su intervención ningún dato publicado por este diario.

Aguirre anunció que el PP madrileño formará una gestora en Boadilla y que el ex alcalde Arturo González Panero pidió suspensión de militancia. Es uno de los cesados, como el ex consejero Alberto López Viejo, el ex regidor Guillermo Ortega o el diputado Benjamín Martín Vasco. Todos caídos... Y todos aparecían en las grabaciones.