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Los candidatos convierten el debate en seis mítines

Ibarretxe se presentó como aglutinante del nacionalismo frente a EA, EB y Aralar. Patxi López reivindicó la lucha del PSE por Euskadi y Basagoiti marcó distancias con los socialistas

G. LÓPEZ ALBA / G. MALAINA

Nada nuevo bajo el cielo político de Euskadi. Hubo debate en televisión, pero no sorpresas. El esperado duelo televisivo, en EiTB, entre los seis candidatos en las elecciones vascas se solventó en una hora y 40 minutos sin que ninguno aprovechara la ocasión para sacar ventaja a sus rivales con el anuncio de una idea distinta a las ya lanzadas desde el inicio de campaña. El resultado fue que no hubo vencedores ni vencidos. Tampoco entre Juan José Ibarretxe y Patxi López.

El encorsetamiento del formato pactado, que limitó las intervenciones a un minuto, hizo que más que un debate hubiera seis mítines. Cada candidato utilizó su tiempo fundamentalmente para fijar sus ideas ante el electorado, especialmente ante los indecisos, según el guión previsto: la crisis económica, el autogobierno, la educación, el terrorismo y la pacificación, la vivienda y las infraestructuras, y las políticas sociales.

Más allá de la literalidad de las propuestas, el atractivo del duelo televisivo se redujo casi a ver cómo los candidatos marcaban con sus mensajes a su principal adversario. Desde el principio, Patxi López dedicó todos sus esfuerzos a intentar minar la credibilidad de Ibarretxe, sobre todo con los temas más sensibles: la economía, el autogobierno y el terrorismo. Fue un cuerpo a cuerpo entre los dos aspirantes con opciones de ser lehendakari, que el candidato del PNV trató de romper cuando ya llevaban una hora de debate: 'Tengo la impresión de que usted ha venido aquí a hablar de mí', le espetó al socialista.

El candidato socialista censuró a Ibarretxe por su visión 'excluyente' de Euskadi, cuando 'los socialistas llevamos más tiempo que el PNV defendiendo está tierra y nos jugamos la vida para defender la libertad'.

La táctica de Ibarretxe fue tratar de mostrarse en todo momento como un lehendakari solvente, para lo que recurrió a datos estadísticos que indican una 'mejor' situación de Euskadi en comparación con el resto de España. Hasta ahí no hubo novedad.

Lo más llamativo fue que sus socios en el tripartito, EA y EB, se tiraron los trastos a la cabeza a propósito de las políticas que ha desarrollado en el Ejecutivo que han compartido. Ibarretxe no desaprovechó la ocasión para oficiar como el lehendakari de todos.

Ibarretxe aplacó a sus socios

'Calma', les recomendó para, acto seguido, asumir personalmente la defensa de 'todos los departamentos del Gobierno vasco, también los de EA y EB'. 'Con todo cariño, Javier y Unai, parece que no habéis estado en el Gobierno...', dijo a su líderes.

El debate también le salió bien al candidato del PP, Antonio Basagoiti. Se esforzó por marcar su terreno en cada intervención con críticas dirigidas por igual al PNV y el PSE.

La otra gran beneficiada fue la candidata de Aralar, Aintzane Ezenarro. Se mantuvo fiel a su discurso y no tuvo que desgastarse en el cuerpo a cuerpo, salvo en un rifirrafe con Madrazo a propósito de la vivienda y la política social. D

 

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