El hijo de Lalo –Eduardo López Albizu–, un histórico del socialismo vasco de la generación de Felipe González y Nicolás Redondo Urbieta, el ex líder de UGT, aspira a convertirse en el primer lehendakari socialista después de treinta años de gobiernos nacionalistas. Patxi López (Portugalete, Vizcaya, 1959) encarna la síntesis del socialismo obrerista de Vizcaya, que mamó desde la cuna, con el vasquista de Guipúzcoa. Tras restablecer la unidad en el PSE después de la crisis de 2002 que abrió la dimisión de Nicolás Redondo Terreros, abraza el sueño de recuperar “el pacto entre diferentes” y acabar con el terrorismo en Euskadi. Trabajando en un sueño (Bruce Springsteen) es la música, y la letra, de su campaña.

¿El cambio es ahora o nunca?

Va a ser ahora.

Y, ¿pactar a cualquier precio o antes seguir en la oposición?

Es posible hablar con todo el mundo para tener un Gobierno con respaldo amplio, lo que no quiere decir un Gobierno de concentración. Puede ser un Gobierno en minoría que busca acuerdos. Desde luego no vamos a pactar a cualquier precio, porque no vamos a repetir políticas de frentes como algunos parece que pretenden. Quiero hacer un Gobierno en defensa de todos.

Antes tendría que ser investido lehendakari. Le repito la pregunta: ¿pactar a cualquier precio o antes quedar en la oposición?

Iremos a la investidura con un proyecto de país, un modelo de sociedad y unas propuestas para salir de la crisis y enfrentarnos a los problemas. Ya veremos quién apoya eso. Antes de ese día hablaré con todos los partidos políticos para buscar el acuerdo.

Habla de gobernar en minoría. ¿No es una fórmula inestable para una situación de crisis?

Un Gobierno en minoría puede buscar muchos acuerdos. Nosotros hemos estado en la oposición habiendo un Gobierno en minoría y hemos acordado las cosas fundamentales para este país.

¿Se mira en el espejo de Odón Elorza?

¡Y en el de Zapatero! Hay muchos ejemplos en toda España.

Se postula como un lehendakari de izquierdas. Volviendo a Elorza, ¿el modelo es su alianza con Aralar y Ezker Batua?

Ese es un ejemplo de política local, con unos representantes de Aralar y de EB diferentes en su actuación de la que tienen esos partidos en el Parlamento vasco. EB ha abandonado todos los planteamientos de izquierdas para asumir los soberanistas de Ibarretxe con tal de estar en el poder. Somos la izquierda y el Gobierno que pongamos en marcha aplicará políticas de izquierdas después de 30 años de lehendakaris conservadores.

Dice que no pactará con Ibarretxe. Pero, ¿y con un PNV sin Ibarretxe?

Lo que digo es que imposible pactar con un Ibarretxe que lo único que quiere hacer es imponer un modelo de país en el que sobramos la mitad. Yo quiero hablar y entenderme con el PNV, con el PP y con todos para hacer país. Eso es independiente de las fórmulas de Gobierno. Estoy convencido de que se puede porque Euskadi la hemos hecho en base a acuerdos entre nacionalistas y socialistas.

Dice también que no pactará con un PP antinacionalista y anti-socialista. ¿Ve alguna posibilidad de cambio en el PP?

Parecía que tras la marcha de María San Gil el PP quería reorientar su política y salir de ese extremo radical, pero estamos viendo que Antonio Basagoiti define su propuesta en base a descalificaciones y ocurrencias, y todas son en contra del PSE o del PNV. Lo que este país necesita son propuestas a favor de, no en contra de. Hay que hacer propuestas en defensa de todos y sumando a todos. ¡Es tan evidente!

Ser la primera fuerza política, ¿es condición 'sine qua non' para optar a la investidura?

No. El lehendakari es el que más votos obtiene en el Parlamento vasco. Eso es algo que critica mucho el PNV, pero el PNV gobierna la Diputación de Álava siendo la tercera fuerza, la Diputación de Guipúzcoa siendo la segunda y también algunos ayuntamientos en esas condiciones.

Los pactos que adopte el PSE han de ser aprobados por el Comité Federal del PSOE. ¿Teme algún tipo de veto por parte de Zapatero y la dirección federal?

No. Ninguno. Zapatero ha dicho claramente que las decisiones que haya que adoptar en Euskadi las adoptaremos los socialistas vascos. Lo que hay entre el PSOE y el PSE, y desde hace mucho tiempo, es una complicidad absoluta en los objetivos, en las estrategias, en los ritmos, en las políticas… Estoy convencido de que eso va a seguir así. Además, provocar la alternancia en Euskadi y que haya un lehendakari socialista es bueno para Euskadi, pero también es bueno para el conjunto de España, y creo que así lo entiende el conjunto del PSOE.

Todas las encuestas pronostican un final de ‘foto-finish’. El debate de este miércoles, ¿puede ser determinante para decantar el resultado?

No lo creo. Si hubiera sido un cara a cara, hubiera tenido más importancia para decantar un porcentaje de voto, pero Ibarretxe no se ha atrevido, tiene miedo. Un debate a seis, con tiempos tasados de un minuto, acaba siendo más seis mítines que un debate de verdad.

Si es elegido lehendakari, ¿se atrevería a pronosticar que esta será la legislatura del fin definitivo de ETA?

Desde luego vamos a poner toda la carne en el asador para que esta sea la legislatura del final de ETA. Nos acompaña en ese empeño la inmensa mayoría de la sociedad vasca, que está harta de ETA y de los matones que la sostienen.

¿La negociación con ETA es una página que ya no se puede volver a abrir?

Fue una página obligada. Cuando había una oportunidad histórica de acabar con la violencia era nuestra responsabilidad y lo hicimos. Fueron ellos los que rompieron el proceso de paz y perdieron la posibilidad de integrarse en la democracia. Ese mundo sólo tiene dos opciones: romper definitivamente con ETA o convencer a ETA de que desaparezca. No hay otra posibilidad.

La reforma del Estatuto apenas ha ocupado espacio en la campaña, pero está en su programa. ¿En qué medida es una prioridad para usted?

Las prioridades del Gobierno tienen que ser las de los ciudadanos y hoy están en acabar con ETA, pero también en la crisis económica. Después están en la vivienda, en la sanidad, en la educación… Eso no quiere decir que no podamos ponerlo encima de la mesa. Proponemos actualizar el Estatuto con tres objetivos: mejorar el autogobierno, reforzar la convivencia y recuperar los pactos.

Habla de la prioridad de afrontar la crisis, pero el PNV ha basado  su campaña en presentar a Ibarretxe como el mejor gestor...

¡Ya vale de disfraces! El de míster Spock está bien, pero el de gestor eficaz y eficiente, no. La tasa de desempleo ha crecido un 40% más en Euskadi que en España en los últimos cuatro meses. El ‘buen gestor del PNV’ es el gestor de los escándalos de la Hacienda de Irún, del museo Guggenheim, del museo Balenciaga, de Sabalgarbi, de la Hacienda de Vizcaya... Son escándalos que tienen un componente de mala gestión y de clientelismo. El PNV esconde a Ibarretxe para presentarlo con el disfraz del buen gestor, pero Ibarretxe es el del raca-raca.