“El señor Rodríguez Zapatero le promete a todo el mundo lo que quiere oír, aunque sean cosas distintas y contradictorias”, denunció ayer Mariano Rajoy, en alusión al futuro modelo de financiación del Gobierno. El líder de los conservadores, que calificó de “riego por inundación” el sistema elegido por el presidente del Gobierno para financiar a las comunidades, acusó a Rodríguez Zapatero de “haber engañado a todo el mundo, empezando por los catalanes”. “Los catalanes –dijo– fueron los primeros engañados porque fueron los primeros que hicieron un modelo de financiación en su Estatuto. A partir de ahí, los ha engañado a todos”.

No matizó el líder conservador si salvaba de ese supuesto engaño masivo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, o al del País Valenciano, Francisco Camps, que salieron satisfechos, especialmente la primera, de su encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa tras hablar del nuevo modelo de financiación autonómica. La propia Aguirre insistió ayer en su indisimulado optimismo. Aunque “no se pueden cortar trajes a medida”, dijo, está “muy satisfecha” tras su paso por la Moncloa y confía en lo acordado con el Gobierno central: incluir a 1,2 millones de ciudadanos como población que falta en el nuevo sistema.

El presidente del PP, que participó en un acto de partido en Santiago de Compostela acompañado del dirigente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, calificó de “muy peligroso” que el Gobierno le dé “a la máquina de hacer dinero para financiar a las comunidades autónomas” y sugirió que a las autonomías se las sufrague con los recursos de los Presupuestos del Estado.

“Como sigamos en esta espiral de gasto, corremos el riesgo de hipotecar el futuro de España”, vaticinó, para añadir a continuación que “a alguien que siempre gobierna pensando en el corto plazo es algo que le trae sin cuidado”.

En opinión del líder de los conservadores, la solución radica en que el nuevo modelo de financiación se apruebe “con el acuerdo de todas las comunidades” porque, considera que, “así se tendrá cierta garantía de que las cosas se hacen bien”. En este sentido, Rajoy condicionó el apoyo de los conservadores al nuevo modelo de financiación a que conceda “las mismas oportunidades a todos los ciudadanos” con independencia del lugar de España en el que vivan. “De esta manera hizo el PP el modelo actual [de 2001] y es lo que permite que los ciudadanos de Lorca, La Gomera, Pontevedra o Bilbao reciban los mismos servicios”, añadió. El líder del PP se comprometió a “estar atento a las promesas [del Gobierno]”.

“No aceptaremos nuevos engaños porque todo ha sido un proceso de engaño y de manipulación que espero, por el bien del país, que termine”, concluyó.

El presidente del PP aseguró además que el balance de 2008 en España es una “crisis económica de caballo” y un Gobierno que es “incapaz hacerle frente con un mínimo de coraje, determinación y conocimiento” de lo que se trae entre manos. Añadió que los pequeños y medianos empresarios y las familias “lo pasan mal mientras ven la inoperancia, la incompetencia y la política de palos de ciego” del Ejecutivo socialista.

Los consejeros de Economía de las comunidades gobernadas por el PP –Madrid, Valencia, Canarias, Castilla y León, Ceuta, Melilla, Murcia y La Rioja– coincidieron ayer en lamentar que la reforma del modelo de financiación planteada por el Gobierno carece de un “objetivo político compartido” que, en este momento, tendría que ser la recuperación económica y la creación de empleo.

En un comunicado, el PP señaló que el Gobierno no puede hacer público ningún documento de propuestas sin haberse reunido antes con todos los presidentes autonómicos y recalcó que todos los participantes en la reunión celebrada ayer en Madrid mostraron su “extrañeza ante las diferentes propuestas” que ha hecho el presidente “en función de quién era su interlocutor”.

Para el PP, Zapatero ha consagrado un modelo bilateral de negociación con Catalunya que, ante las críticas generalizadas, ha optado por un “bilateralismo encubierto”.