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Una máquina replicante capaz de copiarse a sí misma

RepRap es una impresora 3D de código abierto que puede construir otras impresoras idénticas

BLANCA SALVATIERRA

Los aparatos que se conocen como 'impresoras 3D' -en realidad, unas máquinas capaces de construir objetos tridimensionales con materiales diversos- son una realidad comercial desde hace 25 años. No obstante, ningún dispositivo había superado hasta ahora el reto de replicarse a sí mismo. RepRap (abreviatura en inglés de prototipo de replicación rápida), la primera máquina de este tipo que puede imprimir parte de sus propios componentes, podrá verse en el Festival de la Ciencia de Cheltenham (Reino Unido), que comienza hoy. El proyecto, que lleva cuatro años en desarrollo, tiene su origen en la Universidad de Bath, de la mano del ingeniero Adrian Bowyer, que dirige el equipo multinacional de la investigación. 

Uno de los motivos para que las impresoras 3D convencionales no hayan proliferado es su coste. Bowyer y su equipo han conseguido reducirlo. Su idea ha sido crear una máquina capaz de crear sus propios componentes, los cuales a su vez conforman otra impresora, que de nuevo da lugar a un nuevo dispositivo... y así hasta el infinito.

El software de esta impresora 3D es además un desarrollo de código abierto, lo que implica que puede redistribuirse y modificarse. Sus creadores pretenden así que el desarrollo mejore de forma constante, además de acercar este tipo de proyectos a usuarios y empresas que no podrían permitírselo de otra forma.

La máquina utiliza para reproducir objetos poliácido láctico, para útiles relativamente rígidos, además de otro plástico más flexible. Pero sus creadores prefieren hablar de cómo la máquina es capaz de reproducirse a sí misma. No obstante, Bowyer mantiene que las posibilidades de este sistema son infinitas y que si el diseño actual de los objetos comerciales no convence a los usuarios, máquinas como esta ofrecerán en el futuro al consumidor la opción de fabricar en función de sus deseos.

- Las impresoras 3D ofrecen como resultado un objeto idéntico al realizado con el ordenador a través de un programa de diseño 3D.

- Una de sus utilidades más habitual es la construcción de réplicas de objetos que aún se están desarrollando, para poder evaluar conceptos como su ergonomía.

- Los materiales de la máquina RepRap, así como las piezas que aún no es capaz de reproducir, rondan los 400 euros, mientras que una impresora convencional de este tipo se acerca a los 18.000 euros.

- La iniciativa Fab@home también propone la construcción casera de estos sistemas. 

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