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Rajoy apunta a Gallardón como hombre clave

No le descarta como secretario general: 'Tenemos que hablar' // El alcalde madrileño recalca que 'será uno más' // Aguirre sostiene que el regidor ya forma parte del equipo del líder del PP

YOLANDA GONZÁLEZ

Mariano Rajoy prefiere no dar la alineación completa del equipo con el que va a presentar su candidatura al XVI Congreso Nacional de su partido. Apuesta por dar información con cuentagotas. Si hace diez días mostraba su decisión de contar con el valenciano Esteban González Pons , uno de los que más sonaban en las quinielas para los puestos clave, ayer hizo un gesto similar con Alberto Ruiz-Gallardón, el alcalde madrileño. Curiosamente, un día antes, el regidor había ubicado a Mariano Rajoy como la persona más idónea para llevar al PP al Gobierno de España.

El escenario de esta revelación fue el Aula Magna de la Universidad Pontificia Comillas en Madrid, donde Rajoy había acudido a exponer las razones por las que quiere seguir al frente del partido. Acto seguido, los alumnos tomaron la palabra para poner al líder del PP en algún que otro aprieto. Uno de ellos fue de el de responder sobre si Alberto Ruiz-Gallardón es su apuesta para secretario general.

Tras recordar que ambos llevan mucho tiempo caminando de la mano en política y alabar a quien es 'uno de los activos más importantes del partido', el lider del PP respondió que cuenta 'con él para la próxima dirección del partido'. Lo que no aclaró es si el cargo que va a ofrecerle es el de secretario general. 'Tengo que hablar con él', dijo, después de inisistir en que el alcalde le había mostrado su disposición a apoyarle en aquello que le pidiera.

A la espera de que el presidente del PP precise los planes que tiene reservados para Ruiz-Gallardón, el gesto puede ser interpretado como un premio después de excluirle de las listas del partido al Congreso tras las presiones de Esperanza Aguirre. Un episodio que hizo al alcalde replantearse su futuro en la política y del que -nunca lo ha negado- quedó tocado. Quizá haya decidido premiar a un compañero que lleva unos meses insistiendo en que 'ahora' no estaba pidiendo ningún cargo.

El anuncio de su jefe sorprendió a Ruiz-Gallardón en un acto al que también había acudido la presidenta de la Comunidad de Madrid. Esperó a la tarde para hablar. Aseguró que le había pillado 'por sorpresa', que no se lo esperaba y que no había todavía nada concreto sobre el puesto a ocupar. Pero se mostró 'muy agradecido por las palabras de Mariano' e insistió en que en los últimos meses él no ha pedido nada.

 

El alcalde madrileño consideró que estar en el equipo de Rajoy es una tarea 'ambiciosa y atractiva'. No obstante, quiso quitar hierro al asunto al sostener que 'no hay que convertir en más noticia lo que no lo es'. Fue especialmente insistente en que él será sólo 'uno más' en ese 'gran' equipo que va a formar Mariano Rajoy.

Sobre si su papel en el partido le impedirá ser alcalde, Ruiz-Gallardón explicó que no, que hay tareas dentro del partido que no requieren dedicación exclusiva.

Una vez lanzada la noticia, el interés estaba en conocer la reacción de Esperanza Aguirre. Antes de inaugurar la nueva sede de Philips en Madrid cedió un minuto a los medios. Pese a que en el PP madrileño se llevan las manos a la cabeza cuando piensan en un partido con Ruiz-Gallardón como secretario general, Aguirre vistió sus palabras de normalidad. Aseguró que 'el señor Gallardón ya estaba en el equipo del señor Rajoy. Está en el. No sólo en el Comité Ejecutivo, sino en maitines'.

En este sentido, expresó que lo 'raro' y la 'noticia' habría estado en que el líder del PP no fuera a contar con el alcalde para su futuro equipo.
Se trata del tercer golpe para Aguirre desde la derrota electoral del 9-M.

 

Primero, tuvo que ver cómo ninguno de sus fieles -Pizarro entre otros- ocupaba cargo de relevancia en el Congreso de los Diputados. Y hace tan sólo diez días, Rajoy aseguró que el diputado del PP por Valencia Esteban González Pons tenía un puesto reservado a su lado. Mientras, ella, que presume de resultados electorales excelentes, también se ha quedado sin ser la anfitriona del XVI Congreso de los populares.

Su círculo de fieles volvió ayer a hacer piña. Francisco Granados, secretario general del PP de Madrid, aseguró no haber entendido a Gallardón cuando pidió el lunes que el partido recuperara el centro político. Dijo que tanto el PP como Rajoy 'siempre lo ha encarnado y siempre se ha mantenido en él'.

Las voces a favor o en contra de Gallardón ya empiezan a sonar en el partido y hay quienes sostienen que sería mucho trabajo ser secretario general y alcalde. Quizá a sabiendas de esto, Rajoy, por la mañana intentó llamar a la calma. Deseó un partido 'unido', no dividido 'entre buenos y malos, entre blandos o duros'.

Tres motivos. '¿Por qué sí?'
Era el título de la conferencia que ayer impartió en la Universidad Pontificia Comillas. Rajoy reconoció que hay gente que puede sentirse desorientada, pero pidio que 'tenga confianza' en el PP. Aseguró que quiere seguir al frente del partido porque se lo han pedido la 'mayoría de sus compañeros', porque los resultados del 9-M han sido 'dignos' y porque tiene 'ganas y experiencia'. Preguntado por los alumnos, aseguró que no tiraba la toalla tras perder dos veces, algo que también hicieron González y Aznar. También aseguró que cualquiera puede intentar introducir una enmienda para la instauración de primarias.

Principios irrenunciables
Aseguró que el PP defiende principios para él irrenunciables: libertad, igualdad de derechos y oportunidades, cohesión social, defensa de España como nación y derrota del terrorismo. Y que los próximos años debería apostarse por derrotar a ETA, recuperar los grandes acuerdos nacionales, hacer de España una nación fuerte en la UE y mejorar la competitividad de la economía.

Método. Abierto al diálogo
Fueron varias las alusiones de Rajoy a su apertura a 'dialogar y hablar con quienes no piensan igual'. En materia antiterrorista, recalcó que si Zapatero demuestra que va a aplicar la ley, 'yo le apoyaré' y recordó el comunicado conjunto de condena al último asesinato a manos de ETA, al que se sumó el Grupo Parlamentario Popular.

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