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«Con ellos volveremos a los tiempos del paro»

El líder del PP lanza una nueva advertencia catastrofista sobre la economía tras criticar la política antiterrorista del Gobierno y sus reformas territoriales

María Jesús Güemes

Desde las gradas le pidieron que diera caña a Zapatero y él no quiso defraudar a su público. Mariano Rajoy estuvo ayer en Málaga para tratar de recortar todo lo posible la distancia que separa a su partido de los socialistas en Andalucía. Allí el líder del PP se puso “a las órdenes”  de su auditorio y lanzó su discurso, hasta ahora, más provocador.


“Cuatro años de frivolidad los puede aguantar un país, porque puede haber inercias, pero ocho años del señor Rodríguez Zapatero yo aseguro que España no lo resiste”, advirtió completamente convencido de que España se la juega el próximo 9 de marzo. “Aquí no se ha gobernado”, explicó. Para llegar, in crescendo, hasta al insulto: “El presidente del Gobierno ha estado distraído, que es su estado natural, en las alianzas y en los planetas”.


Para el dirigente conservador, Zapatero ha estado entretenido con dos grandes proyectos que finalmente se han convertido “en sus dos grandes fracasos”. Se refería  a las reformas estatutarias y a la lucha antiterrorista.
A lo primero lo bautizó como “un gran berenjenal”.  En su opinión, el jefe del Ejecutivo socialista “ha querido cambiar España” y por eso “ha propiciado” un Estatuto como el de Catalunya que cuenta con ocho recursos de inconstitucionalidad. Por el otro lado, Rajoy considera que “la negociación política con una banda terrorista es, además de ilegal, inmoral”.


Aseguró que mientras que “Zapatero no ha atendido nada de lo importante”, él sólo se centrará en los problemas que ocupan a los españoles. En el manual del candidato del PP figura que hay que realizar “una campaña, una idea”. En eso se centra Rajoy en estos momentos. Durante esta campaña, los conservadores explotarán lo que interesa a los ciudadanos como su gran baza.


Sube hasta el café
Pero junto a sus dos grandes ejes de oposición durante la legislatura no podía faltar la economía. Rajoy se mofó de Zapatero al señalar que suben los precios del pollo, del pan y hasta del café, en un claro recordatorio a cuando el jefe del Ejecutivo socialista no supo responder lo que valía en el programa de televisión Tengo una pregunta para usted…


Era una broma comparado con lo que se avecinaba. El presidente del PP cargó con todas sus fuerzas contra la política económica del PSOE a la que calificó de auténtica “pesadilla”. Por eso lanzó una de sus profecías catastrofistas: “Con ellos volveremos a los tiempos del paro y del despilfarro”. Contagiado por el ambiente, se fue por sevillanas. Así, a por la primera: “Son incorregibles”. A por la segunda: “Vuelven a las andadas”. A por la tercera, algo más sensible: “Se olvidan que el que pierde el puesto de trabajo es un ser humano”. Para rematar en la cuarta: “Son insensibles con los problemas de los ciudadanos y eso es de una enorme irresponsabilidad”.


Presumió de los gobiernos de Aznar porque bajo su mandato se redujo el paro a la mitad y se quejó de que ahora “nos vuelven a dejar las cosas como en 1996”. Se burló de la propuesta socialista –“la única que han presentado”– de los 400 euros. Y llegó a decir que “lo del cachondeo está muy bien pero…”. Los abucheos a Zapatero le interrumpieron.


Un cambio urgente
Rajoy pidió un “cambio político urgente”. También para Andalucía. Cree que éste se debe producir para que esta comunidad “despegue” y se convierta en una auténtica locomotora autonómica similar a Madrid, a la Comunidad Valenciana y a la región de Murcia, donde después de tanto tiempo se logró el giro político, aunque “parecía imposible”.


Antes de él habían intervenido Celia Villalobos y Javier Arenas. La número uno por Málaga para el Congreso explicó que su partido tiene corazón y cabeza con “una zeta positiva y no negativa”. Mientras, el líder andaluz desveló que no está dispuesto a permitir que su tierra, con ocho millones de habitantes, tenga menos influencia que “el nacionalismo vasco y catalán”.


Para el jefe de la oposición el programa de ZP es “dar leña, palos y bofetadas al PP. La han tomado con uno que se llama Rajoy”. El líder del PP no da crédito a que el PSOE sólo se dedique a “decir lo malos que somos” y sobre inmigración, economía, educación… y demás asuntos “cierren el pico”. Él se ocupará de todos esos temas que el Gobierno, en su opinión, tiene  abandonados. Con ello se ganó un nuevo piropo, el de “¡Torero!”.


También quiso recordar a los presentes que encabeza un partido “gigantesco, con más de 7.000 afiliados en toda España, que aguanta, que está a las duras y a las maduras, al que quisieron excluir y le hicieron un cordón sanitario” y que, a pesar, de todo sobrevive. Además está convencido de que “la gente está harta, cansada de que le digan siempre lo mismo: vótame a mí para que no gobierne el PP”.

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