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Arranca la peor semana del año

Un mes después de las celebraciones navideñas, la cuesta de enero nos devuelve a la realidad

LÍDIA PENELO

No les voy a desvelar el saldo de mi cuenta corriente, pero les aseguro que la cifra es angustiante. Afortunadamente, bajo mi responsabilidad no hay ni un gato que alimentar. Sin embargo, tengo una sospecha que quiero compartir con ustedes: Esta puede ser la peor semana del año. Y no crean, estoy cargada de razones.

La gestación del desastre empezó, aproximadamente, un mes atrás. ¿Quién se acuerda de las fiestas navideñas?, ¿Quién cumple los propósitos que se marcó en Nochevieja entre copa y copa? Enero termina y el sambenito de su cuesta, para muchos, se acentúa todavía más.
“Es durante la Navidad cuando aumentan los trastornos psicológicos. La ansiedad y la depresión se agudizan. Además, son días en los que gastamos mucho y luego, cuando llega la cuesta de enero, la subida se convierte en un ejercicio de alpinismo”, cuenta el psiquiatra Eduard Sadó.

Deudas y ansiedad

“Yo soy yo, y mi circunstancia”, sentenció Ortega. En este sentido, los avatares que rodean el cierre del primer mes del año, son muy descorazonadores para la mayoría de los ciudadanos. Hace frío, el cielo está gris, la báscula sólo marca números ascendentes. A finales de enero, pensar en el traje de baño produce mareos, reacciones desagradables que sólo se calman con la ingestión de una tableta de chocolate.

Las deudas acumuladas por las compras de Navidad engordan a un ritmo acelerado, y las rebajas se convierten en tentaciones ruinosas. La llegada de las nóminas parece tan lejana cómo lo será la próxima cita con el morenazo que nos ocupó buena parte de la Nochevieja. Cada vez que intentamos recordar la lista de los buenos propósitos de Año Nuevo, el contenido se esfuma y nos acecha la sombra de la resaca
que nos arropó el 1 de enero.

En definitiva, ante situaciones como estas, los psicológos del Centro de Bienestar y Psicoterapia de Madrid, recomiedan fijarse objetivos reales, seguir un plan de ejecución gradual y mantener una actitud positiva. Dicen que las ideas pesimistas alejan a los sueños.

El día de la miseria

Según una fórmula matemática, el 24 de enero es el peor día del año. Esta es la extravagante conclusión que se extrae de un estudio realizado por Cliff Arnalls, un profesor británico de la Universidad de Cardiff. La fórmula es la siguiente: 1/8C+(D -d) 3/8 x TI M x NA. El factor C se refiere al clima. La D representa las deudas adquiridas durante el período navideño. El dinero que se cobra en enero está simbolizado por la d. La T es el tiempo transcurrido desde la Navidad. Con la I, el matemático Arnalls,representa el plazo que va entre la resolución de abandonar un mal hábito hasta el finalfallido de la decisión.

A pesar de todo, las motivaciones con las que empezamos un año cuentan, y Arnalls las incluye con la letra M. La NA equivale a la necesidad de cambio.

Las energías nacidas durante las vacaciones navideñas mueren durante la tercera semana de enero, piensa este profesor de Cardiff. Estamos en el día 20, aún faltan diez días para cobrar y empezar a vislumbrar el final del túnel.

Calor humano

Para combatir la angustia y ansiedad que muchos sienten durante estos días, el doctor Eduard Sadó propone la rutina y el afecto. “Los hábitos rutinarios aportan estabilidad. Además, la gente dice que se quiere mucho pero cada vez nos los demostramos menos. Hay que tocarse más”, cuenta animado este psiquiatra de Barcelona. Así que, a falta de una nevera llena: ¡Mucho calor humano para todos!

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