Irina Brook, hija de una de las figuras claves del teatro moderno, el británico Peter Brook, debuta mañana en el Teatro Real como directora de escena con la ópera de Vicente Martín y Soler "Il burbero di buon cuore", que ha ambientado en la actualidad y en una polvorienta pensión veneciana.

Con la batuta del especialista en barroco y clasicismo español Christophe Rousset, al frente de la Orquesta Sinfónica de Madrid, esta producción del coliseo madrileño y del Teatro del Liceo estará en cartel hasta 18 de noviembre en nueve funciones, una de ellas, en concreto la del día 10, será retransmitida en directo por Radio Nacional de España.

Nacida en París, con estudios en Nueva York y que dirigió su primer espectáculo en Londres a mediados de los años noventa, Irina Brook explicó en la presentación del espectáculo que ideó un solo lugar para el desarrollo de la acción porque necesita espacio para la improvisación cuando trabaja, algo difícil en una producción operística, que se prepara con años de antelación.

Así, la directora de escena -que ha contado con la escenografía de Noëlle Ginéfri y que coincide en cartel con dos montajes de su padre programados en el Festival de Otoño- ha creado una pensión veneciana, algo polvorienta, donde se mezclan los vestigios del pasado en el mobiliario, los grandes espejos y los tapices, con toques de color y plástico de los años sesenta y setenta.

En este lugar, se mueven los ocho personajes protagonistas de una historia de enredos, de amores juveniles imposibles, de dotes y penurias económicas, que destilan la ternura de un libreto firmado por Lorenzo da Ponte, quien se basó en una de las más celebradas comedias del italiano Carlo Goldoni.

En el centro de la acción, el libretista sitúa a un cascarrabias de buen corazón, obsesionado por el ajedrez, Ferramondo, interpretado por el zaragozano Carlos Chausson, quien comparte reparto con figuras como Veronique Gens y Elena de la Merced, que se mueven en un montaje escénico puramente teatral.

"Il burbero di buon cuore" es una de las tres óperas que el compositor valenciano firmó con el libretista de Mozart, y fue estrenada en 1786 en la capital austríaca.

El estreno de esta producción, en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y la Fundación Autor, se enmarca en la tarea de recuperación de la obra del compositor español con motivo del reciente 200 aniversario de su fallecimiento, y que se produce después de rescatar la pieza infantil "Il tutore burlato" y antes de una tercera propuesta, "El árbol de Diana".