La normalidad con que viven Marisol y María su día a día como pareja, junto a sus tres hijos, era una pesadilla antes de la aprobación, en 2005, de la reforma del Código Civil que reconoce matrimonios homosexuales como el suyo.

'Antes, era madre soltera de Jordi, y nada de Rita y Miriam, que nacieron del vientre de María. Sencillamente, no podía decidir sobre mis hijos en una urgencia médica, ni viajar con ellos', cuenta Marisol Galobardes, una administrativa que perdió su empleo cuando dio a luz a su hijo, que hoy tiene seis años.

Marisol tuvo la misma dificultad que miles de progenitores que cada día en España sufren una cadena de dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. Como vicepresidente de la Asociación Famílies Lesbianes i Gais, Marisol es parte de un grupo de entidades que ayer acudió al edificio de Correos de Barcelona, en el Paseo Colón, para tomar las últimas imágenes de un vídeo que pretende sensibilizar a los partidos políticos sobre las necesidades de este colectivo.

'Queremos pedir un compromiso de los candidatos hacia las familias. A pesar de estar siempre en la agenda electoral, habrá que ver si plantean medidas eficaces', señaló ayer Miquel Angel Balart, portavoz de la Coordinadora por unas Nuevas Políticas Familiares.

La puesta en escena con la que denunciaron ayer su situación pretendía imitar la escalinata del Congreso de los Diputados, donde una veintena de niños plantan cara a los legisladores para que tomen medidas que hagan posible que sus padres les dediquen más tiempo.

Algunos de ellos aún no son aún capaces de hablar, pero son quienes más sufren las consecuencias de que España se encuentre a la cola de Europa en ayudas a las familias. Actualmente el Gobierno dedica sólo el 1,1 % del PIB, frente al 2,1% que es el promedio europeo.

Reinvindicaciones

La iniciativa se podrá ver próximamente en Youtube. 'No tiene sentido el debate de la familia tradicional del PP. Hay medidas que no cuestan, como la licencia de maternidad (16 semanas) que muchas madres unen con sus vacaciones y el paro. Exigimos que se extienda a 52 semanas. Todo esto es inversión y no un gasto', añadió Miquel Angel Balart, que reivindica, además, las necesidades de las familias monoparentales y adoptivas.

Entre sus reclamaciones, los convocantes de la iniciativa pidieron ayer una prestación mínima de 800 euros para aquellos progenitores que no hayan cotizado a la Seguridad Social.

Para los padres, solicitan también una licencia de seis semanas, sin que las empresas dificulten su ejercicio. Piden asimismo permiso retribuido durante la permanencia en el hospital de un recién nacido prematuro o enfermo, y para el viaje, en el caso de adopciones internacionales.

También reclaman una prestación universal para las madres o cuidadores de los niños hasta que cumplan tres años, de manera que puedan disponer de un ingreso fijo que otorgue estabilidad económica al menor.

 Aunque no se dispone de estadísticas oficiales, el Colegio de Ginecólogos de Barcelona estima que en España hay más de 80.000 niños hijos de parejas gays o lesbianas.

Desde que se aprobó en junio de 2005 la reforma del Código Civil que permite el matrimonio homosexual, el Colegio ha calculado que nacen cada año 370 niños de madres lesbianas.

Desde el colectivo gay aportan más porcentajes que clarifican la estadística: 'En total, la proporción es de un 80% hijos de lesbianas, y un 20% adoptados por homosexuales', afirma Marisol Galobardes, vicepresidente de la Associació Famílies Lesbianes i Gais, una de las organizaciones que reclamó ayer nuevas ayudas para reforzar a las nuevas familias.