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Nueve muertos en la represión de las protestas en Birmania

Entre ellos hay un fotógrafo de nacionalidad japonesa

EFE

Un reportero gráfico japonés es una de las al menos nueve víctimas mortales de la represión del régimen militar birmano durante las protestas de hoy en Rangún, mientras en el ámbito internacional aumentan las condenas.

La represión de las manifestaciones y protestas pacíficas iniciadas hace diez días por los monjes budistas, que se ha cobrado hasta ahora vida de 15 personas, se ha recrudecido hoy pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU instó ayer a la Junta Militar a ejercer la 'contención' en sus actos violentos contra la población civil.

La represión de las protestas pacíficas iniciadas hace diez días ya se ha cobrado la vida de 15 personas El Ministerio birmano de Exteriores ha informado a la Embajada japonesa en Rangún de que un ciudadano japonés ha fallecido, según la agencia nipona Kyodo, mientras que la opositora emisora de radio y televisión Voz Democrática de Birmania, con sede en Oslo, ha indicado que nueve personas han muerto en las protestas.

Las fuerzas de seguridad birmanas, que hasta el momento han detenido a cerca de un millar de personas, abrieron hoy fuego desde dos frentes contra miles de manifestantes en Tamew, distrito del este de Rangún, según relatos de testigos.

El suceso ocurrió a las 16.00 hora local (10.30 GMT), cuando dos destacamentos de soldados bloquearon el paso a la marcha y empezaron a disparar contra la multitud, informó la emisora de radio birmana Mizzina, con sede en Bangkok.

Miles de manifestantes, hasta 70.000 según algunas fuentes, han llegado a congregarse en el centro de Rangún y han gritado consignas contra el régimen militar como 'Venceremos', 'Venceremos'.

Según informaciones de testigos a emisoras de radio de la disidencia, en el monasterio Ngwe Kyar Yan unas 10.000 personas se enfrentaron a los soldados y policías estacionados en el lugar para impedir que se formase una nueva movilización.

A la caza del periodista

En los últimos días, uno de los objetivos de los militares birmanos han sido los informadores.

Hasta 70.000 personas se han congregado en Rangún y han gritado consignas contra el régimen militar

Un ejemplo de ello es el registro que ha llevado a cabo un destacamento militar en el Hotel Traders, en el centro de Rangún, para buscar, habitación por habitación, a varios periodistas extranjeros que han entrado en el país con visado de turista, según testigos citados por la radio Rawadi.

Por ahora, decenas de extranjeros han sido expulsados de Birmania en las últimas semanas por observar o fotografiar las manifestaciones contra la Junta Militar.

'Algunos medios occidentales y antigubernamentales están sacando informaciones distorsionadas para alentar las protestas', ha denunciado el diario estatal La Nueva Luz de Myanmar en su editorial.

Las reacciones internacionales

Las declaraciones y reacciones de condena de la represión ejercida por el régimen de Birmania se suceden y los Estados miembros de la Unión Europea han acordado preparar con urgencia nuevas sanciones contra el gobierno birmano, según informaron fuentes diplomáticas en Bruselas.

Por su parte, China ha pedido contención a 'todas las partes' de la crisis en Birmania para evitar una escalada de la tensión, aunque no ha condenado la represión militar contra las manifestaciones pacíficas y ha instado a la prensa internacional 'a no exagerar'.

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