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Un mes de acampadas en las universidades de EEUU en rechazo al apoyo a Israel

La movilización estudiantil ya ha traspasado fronteras y, ahora, las protestas lideradas por jóvenes contra el genocidio en Gaza se replican en todo el mundo, alcanzando países como Francia, Canadá, Australia, Suiza, Reino Unido o España.

17/05/2024 Una manifestante de la Universidad de Columbia durante la acampada contra la guerra de Israel en Gaza, a 29 de abril de 2024.
Una manifestante de la Universidad de Columbia durante la acampada contra la guerra de Israel en Gaza, a 29 de abril de 2024. Andrea Renault/ZUMA Press Wire/dpa / Europa Press

Hace un mes, los estudiantes de la Universidad de Columbia en Nueva York levantaron un campamento en contra del apoyo de Estados Unidos a Israel ante la masacre perpetrada por este Estado en la Franja de Gaza. Este acto de rebeldía sembró la semilla de las mayores protestas que ha vivido el país en décadas.

A lo largo de los días subsecuentes, las acampadas reivindicativas se multiplicaron en otros importantes centros educativos estadounidenses, desde Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Cambridge, hasta la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Las tiendas de campaña llegaron a acumularse en alrededor de 60 universidades y, en algunos casos, docentes y trabajadores de las propias instituciones se encargaron de custodiar los recintos para apoyar a los jóvenes propalestinos para así defender su derecho a la libertad de expresión. 

No obstante, aún con la relevancia de los hechos, el profesor Michael Cornfield, de la Universidad George Washington, recordó que las "fuerzas motrices" para marcar un cambio en dicho conflicto "se encuentran en Oriente Medio y no en los campus universitarios de élite estadounidenses". 

En declaraciones a EFE, Cornfield explicó que, por lo general, en Estados Unidos "el establishment se impone a las protestas sin hacer concesiones significativas", a no ser que dichas acciones consigan que las autoridades entren "en pánico".

En este caso, fueron las represalias policiales y la mano dura de las direcciones de algunas universidades a través de medidas disciplinarias las que, a principios de este mes, obligaron a desmantelar los campamentos y así aplacaron las protestas. 

En algunas facultades, la cúpula directiva llegó a acuerdos con los propios manifestantes para evitar posibles interrupciones de los exámenes finales y de las ceremonias de graduación, un evento relevante en el calendario estadounidense.

De hecho, este mismo domingo, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, será el encargado de dar el discurso de apertura de la graduación en Morehouse College, en el estado clave de Georgia. Esta noticia ha generado sentimientos encontrados entre los asistentes por la posición del presidente estadounidense frente al genocidio israelí.

El control de la Casa Blanca, en juego

El mandatario estadounidense no ha articulado una postura clara acerca de las manifestaciones por Gaza, ya que ha defendido el derecho a la protesta, pero a la vez ha insistido en que "el orden debe prevalecer" en las universidades y que "la protesta violenta no está protegida".

Esta inconcreción -junto al apoyo militar a Israel-, según expertos, le puede penalizar en la carrera por la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre mientras los republicanos se encargan de usar el tema para sacar rédito electoral del asunto. 

"Biden perderá votos de su izquierda y/o de su derecha si la guerra continúa en otoño", afirmó Cornfield. Sin embargo, ha declarado que dichas papeletas no tienen por qué respaldar al expresidente y precandidato republicano, Donald Trump, sino que más bien podrían traducirse en abstención

Desinvertir en Israel, una demanda común

Un denominador común en las manifestaciones propalestina es la demanda de los estudiantes a sus centros educativos para que cesen sus inversiones en el sector privado israelí. También que se promueva la transparencia sobre esas relaciones y su posible implicación con la industria militar.

Actualmente, Cornfield ha señalado que esas peticiones de los estudiantes apenas han prosperado: las administraciones de algunos centros, como la prestigiosa Universidad de Brown (Rhode Island), han aceptado reunirse con los manifestantes para hablar de una posible desinversión en otoño y así "rebajar la tensión".

Aún así, el analista político no cree que vaya a haber desinversiones significativas ni sanciones económicas por parte de la Administración estadounidense al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tan sólo un "ajuste simbólico". 

"Por ahora, no parece que vaya a haber más consecuencias", opina Cornfield, ya que, aunque los manifestantes han atraído la atención pública, no hay un movimiento organizado como ocurrió con la oposición a la guerra de Vietnam.

Entretanto, la movilización estudiantil ya ha traspasado fronteras y, ahora, las protestas lideradas por jóvenes en contra el genocidio en Gaza se replican en todo el mundo, alcanzando países como Francia, Canadá, Australia, Suiza, Reino Unido o España.

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