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Juicio al jubilado que envió una carta bomba a Pedro Sánchez: "Era muy maniático"

Un agente de la Policía Nacional que investigó a Pompeyo González, el autor de los hechos, apunta a que éste habría aprovechado para eliminar algunas pruebas al enterarse de su posible detención.

13/05/2024 El jubilado burgalés Pompeyo González a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid, a 13 de mayo de 2024.
El jubilado burgalés Pompeyo González a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid, a 13 de mayo de 2024. Isabel Infantes / Europa Press

Un agente de la Policía Nacional que investigó a Pompeyo González, el autor del envío de cartas explosivas a Moncloa y a varias embajadas, ha afirmado este lunes que el jubilado sabía que estaba siendo vigilado días antes de su detención. Por este motivo, el burgalés de 74 años al que la Fiscal de la Audiencia Nacional ha solicitado 22 años de prisión por un delito de terrorismo con lesiones, habría aprovechado para eliminar pruebas.

La investigación sobre los hechos cometidos arrancó el 30 de noviembre de 2022, después de que se produjese la explosión en la Embajada de Ucrania en Madrid. 

"Cuando salía de casa siempre tomaba medidas de seguridad. Era muy maniático, dos días antes de su detención empezó a andar para arriba y para abajo. No descarto que viera algo", ha informado el agente sobre la posibilidad de que el anciano se hubiera enterado de que la Policía le vigilaba. 

La destrucción de algunas de las pruebas habría sido relativamente fácil, ha apuntado, puesto que las mismas eran "muy pequeñas", hasta el punto de poder desprenderse de ellas tirándolas "por la taza del váter". Asimismo, González tiró a la basura, el día antes de su detención, unos diez clavos de gran tamaño que llevaba consigo. 

El agente que investiga a Pompeyo González: "Cuando salía de casa siempre tomaba medidas de seguridad. Era muy maniático"

El rastreo de los sobres llevó a la Policía a la conclusión de que "esos paquetes procedían de la provincia de Burgos, de unas determinadas rutas donde casualmente también se transitaba por Miranda de Ebro". Eso, "con el resto de indicios como la venta de sobres", les permitió centrar sus sospechas en Pompeyo González, quien había comprado también etiquetas exactamente idénticas que las que figuran en los sobres".

González está imputado por presunta fabricación, tenencia, colocación y empleo de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios con finalidad terrorista. Para lograr sus objetivos, se descargó manuales para la elaboración de explosivos e incluso llegó a consultar vídeos de una persona con experiencia en el envío de paquetes bomba, con el propósito de "influir en la postura de España" en la guerra de Ucrania, según apuntan fuentes policiales.

Una trabajadora de la Embajada de Ucrania, que este lunes ha declarado en el juicio de González, ha explicado que "un trabajador de la Embajada salió pidiendo ayuda tras escucharse un ruido y dijo que había habido una explosión y había un hombre herido". "Vi que había como plástico por el recinto de la Embajada y un sobre", ha relatado la testigo, que colaboró en la evacuación del edificio tras producirse la explosión.

La declaración de Pompeyo González será la última en practicarse antes de las conclusiones, los informes finales y el turno de última palabra en la vista oral de este martes, donde testificará el trabajador herido

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