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Maltrato animal en la Feria de Abril de Sevilla: cuando la fiesta se convierte en tortura

Este año se han producido tres muertes de equinos: uno enfermo en plena calle y dos más por un incendio en una carpa. Hay que sumarle un desfallecimiento de un caballo al que sus dueños le propinaron patadas para que se levantara.

Feria de Abril de Sevilla
Un cochero refresca a sus caballos con cubos de agua en la Feria de Abril de Sevilla, a 26 de abril de 2023. Raúl Caro / EFE

La Feria de Abril de Sevilla se celebra cada primavera desde hace 177 años. En ella, el público nacional e internacional se reúne durante una semana en un gran recinto denominado Real de la Feria, para conocer algunas de las tradiciones de esta fiesta: el kit de manzanilla, los vestidos de flamenca, el baile de las sevillanas, el pescaíto frito, el rebujito, los toros y los paseos de caballos o yeguas.

Estas dos últimas costumbres potencian el maltrato animal que se practica en esta festividad. En el primer caso, el público obvia el proceso que sufre el animal dentro de la plaza: vacile, dolor, agonizar y muerte. Tras estas acciones continuadas a seis toros, unos salen a hombros, y otros, a rastras.

En el caso de los caballos o yeguas, pasa más de lo mismo, pero con otra dinámica. Los jinetes exigen a los animales pasear por las calles de la ciudad andaluza bajo temperaturas cercanas a los 38 grados. La incidencia del sol no solo llega hasta la piel del animal, sino también al asfalto, que guarda más calor, algo contraproducente para sus pezuñas. ¿Qué pasa cuando pisamos la arena de la playa descalzos? Pues sería parecido.

Tres muertes de equinos en 2023

Casi todos los años resuena algún caso en el que algún caballo o yegua muere o desfallece por la situación planteada anteriormente durante esta festividad. En concreto, desde el domingo 23 de abril hasta este sábado 29 han muerto tres equinos a causa de implicar a los animales como diversión en la Feria de Sevilla: uno enfermo en plena calle y dos más por un incendio en una carpa de caballos.

La propietaria de la yegua fallecida conocía los problemas de salud y aún así la obligó a trabajar

El primero se producía este miércoles. La Policía Local sevillana abrió diligencias por posible delito de maltrato animal contra la propietaria de un coche de caballos tras la muerte "a primera hora de la tarde" de una yegua que "sufría piroplasmosis equina y tenía síntomas de haber padecido fiebre", cuya enfermedad se había agravado por deshidratación, según la necropsia realizada por los veterinarios, tal y como informó el servicio de Emergencias de Sevilla. Este problema de salud lo conocía la propietaria, y aún así decidió sacar el animal a la calle, aseguró la Policía.

El segundo suceso se produjo poco antes de las 00.00 horas de este jueves. Los servicios de urgencia recibieron alrededor de 20 llamadas avisando de un incendio en una carpa de caballos próxima al recinto ferial de Sevilla, según informó el servicio de emergencias 112 de Andalucía. El fuego ocasionó daños materiales en la instalación siniestrada, así como la muerte de dos de los equinos y una menor de edad herida por uno de los animales y asistida por la Cruz Roja, según expresó la Policía Local de Sevilla.

Dos hombres patean a un caballo agotado

Además de las muertes, también se ha producido un desfallecimiento. El suceso ocurrió el pasado lunes mientras en Sevilla los termómetros marcaban los 35 grados, en un abril marcado por la sequía y las altas temperaturas debido a la crisis climática. Un vídeo que ha circulado por redes sociales muestra cómo un caballo cae al suelo de agotamiento y, ante la sorpresa y los gritos de reproche de los viandantes, los dueños del animal se dedicaron a propinarle patadas para que se levantara, en lugar de asistirle.

Problema estructural

La problemática de las muertes o desfallecimientos durante la festividad de la Feria de Sevilla no es flor de un día. La sucesión de este tipo de casos de maltrato animal guarda bajo llave un largo historial.

En 2022, el Partido Animalista Pacma denunció la muerte de un caballo por el calor y alertó del desfallecimiento de varios animales más debido al calor y al sobreesfuerzo que les exigen durante esta festividad. El partido reclamó al Ayuntamiento de Sevilla y a la Junta de Andalucía la "paralización inmediata del uso de animales".

El siguiente caso data de 2019, ya que en 2020 y 2021 la covid-19 les dio un respiro a estos animales. Ese año, de nuevo Pacma, denunció a través de su cuenta de Twitter las convulsiones que sufrió un caballo en plena calle de Sevilla. En aquella ocasión, pidió, una vez más a la población, divertirse "sin usar y someter a los animales".

En 2018, un cochero no alimentó en todo el día a su caballo, lo que le llevó a la muerte

El año anterior, en 2018, la Policía Local sevillana denunció al propietario de un caballo por no alimentarle en todo el día y fallecer como consecuencia de una dolencia estomacal. ¿Dónde queda la empatía? En 2012 un caballo causó un accidente e hirió a 11 personas tras soltarse de un carruaje y salir desbocado, debido a que una valla, que había salido volando como consecuencia de una ráfaga de viento, se le quedó enganchada en una de sus patas.

Razones para prohibir los coches de caballos en Andalucía

Tras más de 150 años de tradición a sus espaldas, Pacma ha pedido en varias ocasiones la abolición de las calesas tiradas por caballos. Existen varios motivos visibles para acabar con el maltrato animal en la comunidad autónoma.

El primero sería el bienestar físico de los caballos. La salud de los animales no se tiene en cuenta en este tipo de festividades. Los dueños les someten a duras condiciones de trabajo bajo un calor extremo durante el verano, lo que les puede provocar golpes de calor o incluso la muerte, como hemos comentado anteriormente.

La salud mental de los animales no se tiene en cuenta en este tipo de festividades

Otra de las problemáticas que está encima de la mesa de la sociedad actual es la salud mental. También los equinos sufren estrés emocional. Son animales sensibles que pueden experimentar estrés y ansiedad en entornos ruidosos y caóticos, lo que puede afectar a su comportamiento –el caso del 2012– y bienestar general.

Las personas luchan por unas condiciones de vida dignas. Sin embargo, muchos de los caballos utilizados en los carruajes están confinados en espacios pequeños sin la posibilidad de moverse libremente, incluso pueden no recibir la atención veterinaria adecuada que necesitan para mantenerse saludables.

Por último, por una cuestión ética porque los animales también tienen derechos. Desde Pacma argumentan que es "inaceptable utilizar animales para el entretenimiento o el transporte en condiciones que comprometan su bienestar". Por su parte, los defensores de los derechos de los animales sostienen que "los caballos no deberían ser utilizados como simples herramientas de trabajo, sino que deben ser respetados y cuidados adecuadamente".

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