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La falacia de la tauromaquia: el arte como justificación de la tortura

La reciente eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia ha reabierto el debate sobre el estatus artístico del toreo y el argumento de la cultura para proteger y promocionar con dinero público el maltrato animal.

El torero David Fandila 'El Fandi' tortura un animal hasta su extenuación en Sevilla, a 21 de abril de 2024.
El torero David Fandila "El Fandi" tortura un animal hasta su extenuación en Sevilla, a 21 de abril de 2024. Francisco J. Olmo / Europa Press

"Ni el torero mata al toro, ni el toro mata al torero", cantan los versos del escritor José Bergamín. Estrella Morente decidió versionarlos por sorpresa en la sexta gala de Operación Triunfo 2020 para bochorno de concursantes y espectadores. Aunque la tortura no es cultura, la tauromaquia goza del estatus de arte. Tanto es así que los toreros declaran el IRPF en el mismo epígrafe que los actores, cantantes y humoristas. La reacción de varias autonomías ante la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia demuestra cómo la justificación estética permite proteger y promocionar esta barbarie.

Las categorías de arte o cultura han servido para justificar toda clase de actividades a lo largo de la historia. En la Antigua Roma, por ejemplo, se celebraban numerosos juegos en los que la violencia tenía un papel predominante. Desde los clásicos gladiadores hasta la damnatio ad bestias (condena a las fieras), un tipo de castigo en el que los culpables perecían en la arena por las garras de otro animal para festejo del público.

¿Qué es arte?

La pregunta del millón. Puede ser una interrogación tramposa. Su definición varía según la escuela de pensamiento, pero también evoluciona en virtud del tiempo y el lugar. En el caso de la tauromaquia, la relevancia de esta cuestión radica, no en encontrar un significado unívoco y eterno, sino en sentar la base para el fondo detrás de este debate filosófico: ¿qué debemos financiar con dinero público? Si el toreo es considerado un arte, conseguir apoyo del erario puede resultar más fácil.

Considerar la tauromaquia como arte constituye un uso laxo e indefinido del término

El estatus estético que se le otorga a la tauromaquia constituye un "uso demasiado laxo e indefinido de la palabra arte, que se atribuye a cualquier cosa", señala a Público Fernando Castro, profesor titular de Estética y Teoría de las Artes por la Universidad Autónoma de Madrid.

"Es importante tener en cuenta la ética", explica Emi Navarro, organizador de Youth Climate Save (YCS) València, a este diario. Para aterrizar el debate teórico sobre los problemas políticos, "la ética es una buena forma de decidir si algo debe ser considerado arte o si, por el contrario, es algo del pasado", añade.

Para Castro, llamar arte al toreo es "una forma perversa, una coartada para justificar que la tauromaquia merece el mismo respeto que las formas artísticas". El filósofo critica en declaraciones a este medio que "dar un argumento estético a estas prácticas donde se exhibe la violencia y el maltrato de manera permanente es una forma de cinismo impresionante".

Menos del 2% de los encuestados asistieron a espectáculos taurinos entre 2021 y 2022

"La sociedad avanza y con ella la cultura", explica Navarro. "En el caso de la tauromaquia, esta ha de formar parte del pasado". El toreo pierde popularidad a paso acelerado. Según la última encuesta del Ministerio de Cultura, solo el 1,9% de los preguntados afirmaron haber asistido a un espectáculo taurino entre febrero de 2021 y marzo de 2022. El dato supone un descenso de más de seis puntos con respecto al mismo período de 2018-2019. 

Adiós al Premio Nacional de Tauromaquia

La cartera de Ernest Urtasun anunció el pasado viernes que dejará de conceder este reconocimiento, dotado con 30.000 euros. Concluye así una década de matadores laureados, desde Paco Ojeda en 2013 hasta Julián López, El Juli, en 2023. No han tardado en llegar las respuestas taurinas de los Gobiernos autonómicos, el socialista y presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue el primero en prometer unos galardones autonómicos.

También los gobiernos de Madrid, Extremadura y Castilla y León se han mostrado a favor de organizar unos premios regionales. Por su parte, la Generalitat Valenciana estudia tomar acciones legales y su president, Carlos Mazón, ha considerado la decisión de Ernest Urtasun como "una broma de mal gusto". El líder autonómico nombró el pasado junio como vicepresidente y conseller de Cultura al extorero Vicente Barrera, que está afiliado a Vox desde 2018.

Diego Nevado, activista antitaurino: "Todas las encuestas oficiales dejan claro el rechazo social a la tauromaquia"

"Todas las encuestas oficiales dejan claro el rechazo social a la tauromaquia, pero sigue adelante porque hay grandes empresarios detrás, por las subvenciones millonarias que recibe", denuncia en declaraciones a Público el responsable de la Plataforma Antitaurina de Alfafar, Diego Nevado.

Por su parte, Navarro indica a este medio que "para que algo sea considerado cultural debería formar parte del conjunto de la sociedad o, por lo menos, de una mayoría, pero este no es el caso". En este contexto, "es normal que el sector taurino se sienta amenazado".

No es mi cultura

Desde YCS València han organizado una recogida de firmas para derogar la ley que regula la tauromaquia como patrimonio cultural. La actividad tendrá lugar el miércoles de 10.00 a 13.00 horas en el MuVIM (Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat). Además, contará con una entrevista al exdiputado socialista David Calvo, que ha promocionado en les Corts Valencianes la abolición del blindaje legal del que goza la tauromaquia.

El evento se enmarca dentro de la Iniciativa Legislativa Popular No es mi cultura, encargada de la recogida de firmas para acabar con la legislación que "socava las competencias autonómicas y municipales para prohibir o regular espectáculos que generan un fuerte rechazo social".

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