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El 'Me Too', en auge pese a la anulación de la condena a Harvey Weinstein: "El movimiento persistirá"

Las víctimas del productor mostraron su rechazo ante una decisión que consideran "traición institucional". Sin embargo, tanto a nivel español como internacional, las activistas ven el movimiento consolidado.

Montaje con una imagen del exproductor Harvey Weinstein tras conocer que su condena sería anulada.
Montaje con una imagen del exproductor Harvey Weinstein tras conocer que su condena sería anulada. Curtis Means / AFP

El Tribunal de Apelaciones de Nueva York anuló el 25 de abril la histórica sentencia contra el exmagnate de Hollywood y depredador sexual, Harvey Weinstein, condenado a 23 años de cárcel en 2020 por varias agresiones sexuales. Aquella sentencia fue la primera que dio respuesta a las denuncias interpuestas a raíz del movimiento #MeToo, cuando tanto las víctimas de Weinstein como miles y miles de mujeres alrededor del globo alzaron su voz contra la violencia sexual.

Weinstein recurrió la sentencia en 2020 alegando que el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York dio el visto bueno a que el jurado escuchase testimonios de delitos no imputados durante el proceso. Sus abogados sostienen que el juez incumplió el "deber de salvaguardar las garantías constitucionales y los derechos procesales" del acusado.

Al dar la razón a estos argumentos, el exproductor tendrá que ser juzgado de nuevo. Con todo, Weinstein seguirá en la cárcel cumpliendo otra condena de 16 años que todavía tiene pendiente por un juicio en California en el año 2022.

Las víctimas: “Traición institucional” y “fracaso”

Las víctimas respondieron con sorpresa y rabia ante la decisión del tribunal. También las activistas feministas estadounidenses que edificaron las bases del Me Too. Una de las actrices que le denunció, Ashley Judd, calificó la decisión de "traición institucional". Además, declaró que así era "ser una mujer en EEUU", tener que vivir "con el derecho de los hombres a tener nuestros cuerpos". Judd fue uno de los rostros de la revista  Time que el año 2017 nombró como 'persona(s) del año' a las llamadas Silence Breakers, las mujeres que alzaron la voz contra el silencio en la industria del cine.

Esta rescisión de la condena provoca también que las supervivientes se vean obligadas a declarar de nuevo. Douglas Wigdor, representante legal de ocho de estas mujeres, denunció la revictimización que esto suponía para ellas. "La decisión marca un retroceso significativo en la rendición de cuentas por actos de violencia sexual. La anulación del veredicto es una tragedia, ya que obligará a las víctimas a enfrentar otro proceso judicial", argumentó. Son numerosos los casos en donde la ineficacia de la justicia y la violencia institucional provoca graves consecuencias en las víctimas de violencia machista.

Aún así, Ambra Battilana, otras de las actrices, ha mostrado su voluntad de volver a declarar contra Weinstein. A ella no la creyeron en 2015 cuando fue la primera en denunciarle. Battilana analizó en un comunicado que tanto lo que le ocurrió en aquel momento como lo que ha pasado con la revocación muestran "un fracaso continuo" del sistema judicial estadounidense pero no está dispuesta a dar marcha atrás.

Rose McGowan (actriz): "No pueden quitarnos quiénes somos, lo que sabemos"

Rose McGowan, actriz y otra de las denunciantes más conocidas, aclaró que, pese a la decepción, se mantiene en la memoria todo lo ocurrido. "No importa lo que anulen, no pueden quitarnos quiénes somos, lo que sabemos, lo que hemos atravesado y lo que podemos lograr en esta vida", explicó la actriz y activista.

Una anulación no frena el ‘Me Too’

La determinación de Battilana y McGowam para persistir en la lucha contra la violencia sexual se refleja en otra de las reacciones más repetidas tras conocerse la decisión del tribunal. Una respuesta que vértebra a todas las demás: esta anulación no cambia la fuerza de un movimiento que sigue en pleno auge.

"El objetivo" nunca fue "meter a alguien en la cárcel", asegura la profesora Guiomar Rovira

Así lo valora Guiomar Rovira, profesora de la Universitat de Girona y autora del libro 'Me too': la ola de las multitudes conectadas feministas. Para Rovira "el objetivo" nunca fue "meter a alguien en la cárcel, aunque también" sino ir más allá y construir una red que dé credibilidad a los testimonios de todas las mujeres agredidas.

La profesora refuerza la idea de que ya hay asentada una nueva "sensibilidad" cultural que permite a las mujeres alrededor del mundo romper el silencio. En su opinión, los casos no pararán de salir a la luz porque, al nombrar lo ocurrido, las mujeres señalan "el daño generalizado" y el problema estructural de la violencia sexual.

En su libro, Rovira explicó la transformación transversal que este movimiento provocó en todo el sistema a través de la denuncia en las redes sociales. "Es acción directa por fuera del Estado, escrache digital. Las mujeres del Me Too abandonan el sistema que las revictimiza y las prejuzga y se juntan entre ellas para cobrar en la empatía una fuerza colectiva profundamente política y transgresora", escribió.

Una de las fundadoras del movimiento, Tarana Burke, mencionó exactamente eso a los medios de comunicación al conocer la noticia. El cambio cultural ya estaba hecho: "La prueba es que hacía diez años no habríamos podido llevar a alguien como Harvey Weinstein ante un tribunal", explicó.

También Fatima Goss Graves, directora del Fondo de Defensa Legal Time's Up, fue clara en un comunicado donde explicó que "el movimiento persistirá" porque un solo caso no lo define. El fondo ya ha asesorado a 9.000 denunciantes y financiado 300 demandas desde 2018.

Anitta Hill, directora de la comisión que combate el acoso sexual en Hollywood y superviviente de violencia sexual, dio aliento a las víctimas en este sentido: "Quiero que aquellas que están tristes por la decisión de la Corte de Apelaciones de Nueva York sepan que ningún fallo legal puede igualar el tremendo progreso que hemos logrado juntas en el movimiento contra la violencia sexual", aseguró en declaraciones a Associated Press.

“El poder económico sigue intacto”

Pero, ¿qué hay detrás de los pasos atrás en la lucha contra la violencia sexual? Aquel movimiento, cuya semilla sigue germinando a día de hoy, también sigue provocando la respuesta patriarcal. Cada huella feminista tiene su respuesta gemela desde el lado conservador.

Rovira explica cómo funciona la reacción misógina ante los avances feministas: "Muchas mujeres del 'Me Too' han perdido juicios por difamación"

"El backlash -o reacción misógina- después de estos años de avance ha llegado con diversas formas, como ahora con Weinstein. Muchas de las mujeres que iniciaron el Me Too han perdido juicios por difamación en distintos lugares del mundo y han sufrido pérdidas importantes en sus carreras", puntualiza Rovira.

A pesar de romper el silencio, las mujeres todavía enfrentan esa reacción que, como menciona la experta, se materializa en revocaciones de este tipo. Para Rovira la clave está en el mantenimiento "del poder económico que sigue intacto tras el 'MeToo'". Es decir, en las mismas manos, en entornos hiperjerárquicos y masculinizados.

Detrás de los progresos continúa existiendo una gran precarización para muchas mujeres en el mundo laboral, y en concreto, en la interpretación. Un relato generalizado que se reitera en nuestro país donde, a mediados de abril, se dio la primera expresión judicial del Me Too. Siete años después del estallido del caso de Weinstein en Estados Unidos. 

14 mujeres, de entre 18 y 25 años, denunciaron al dramaturgo Ramón Paso por varios delitos sexuales. Las víctimas y su entorno describieron cómo era el ambiente generado por el director de escena: "sectario", "turbio", "manipulador". Aquello, en conjunto con la precarización, fueron el caldo de cultivo de la violencia sexual.

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